Zamora fue la ciudad más calurosa de la región durante los meses de julio y agosto. Tras un junio "extremadamente cálido", los sesenta días siguiente también registraron temperaturas más elevadas de lo normal, por encima de la media histórica.

En ese sentido, el promedio de 23,8 grados que registró Zamora en los meses de verano supera al de Valladolid (23,3) y Segovia (22,7), los siguientes más altos de Castilla y León.

En cuanto a las precipitaciones, varias zonas de Zamora registraron unos meses "secos o muy secos", especialmente las comarcas de la zona oeste de la provincia, donde no se superaron los 50 litros por metros cuadrado.

Por otro lado, la previsión del otoño tampoco es muy halagüeña, al menos de forma inminente, pues hasta noviembre no se esperan lluvias importantes.