El convenio entre la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de Zamora para la recuperación ambiental de las zonas degradadas por las escombreras de la provincia se rubricará este año, aunque las actuaciones no se ejecutarán hasta 2018 con cargo al presupuesto del próximo ejercicio. La modificación en los tiempos -dado que inicialmente estaba previsto comenzar las obras dentro del año en curso- se debe al tijeretazo económico que la Junta de Castilla y León ha dado al convenio, una caída que se traduce en casi medio millón de euros con respecto a las previsiones iniciales y que ha obligado a modificar el cuadro tanto presupuestario como temporal.

Si el primer acuerdo plenario aprobó un convenio por una cuantía global de 1,86 millones para reparar en tres años las áreas afectadas por la acumulación de residuos inertes, la inyección económica queda ahora reducida a 1,4 millones. Así, la Junta pasará de aportar 1,3 millones a transferir 900.000, mientras que la Diputación mantendrá intactos los 500.000 euros previstos.

El proyecto medioambiental a dos bandas -institución provincial y autonómica- se iniciará en ocho escombreras seleccionadas por la propia Junta de Castilla y León a raíz de las denuncias acumuladas, según las previsiones iniciales.

Es el caso de los vertederos de Coreses, El Perdigón, Villar del Buey, Villaralbo, Gallegos del Río y Fuentesaúco, estos dos últimos municipios con dos vertederos cada uno. En cualquier caso, el objetivo de la Diputación es llegar a todos los pueblos de la provincia, según ha comprometido el equipo de Gobierno.

El convenio obliga a la Diputación a contratar un servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos domésticos de construcción y demolición procedentes de obras menores que se generen en los municipios donde se asientan las escombreras. Para ello, será necesario también instalar contenedores específicos en las áreas de aportación de residuos, valladas y afirmadas, así como en puntos limpios.