La tercera edición del máster en Técnicas de Diagnóstico e Intervención en los Bienes Inmuebles del Patrimonio Histórico viene este año con la principal novedad de que el curso se puede estudiar online, y no solo semipresencialmente, como en años anteriores. Se trata de un título propio de la Universidad de Salamanca que se realiza en colaboración con la Escuela Superior Politécnica del Campus Viriato de Zamora.
Otra de las novedades es el cambio en la dirección del máster, puesto que José Luis Campano, impulsor de estos estudios, deja su puesto a uno de los profesores habituales en este máster, Arturo Farfán, profesor de la USAL e ingeniero de minas. "Estos estudios abarcan de manera interesante el tema de la restauración y es muy idóneo que Zamora tenga un máster de patrimonio, teniendo en cuenta el románico que aquí se encuentra", valoró el nuevo director.
Junto a él habrá destacados profesionales como profesores del curso. Es el caso de Fernando Pérez, quien ha estado al frente del proyecto de la Junta Zamora Románica y que en la actualidad está inmerso en una nueva iniciativa de la administración regional con iglesias románicas en la provincia. "Compartiré todas estas experiencias con los alumnos", adelantó el arquitecto.
Estos estudios van dirigidos a profesionales que se vayan a dedicar a la protección y conservación del patrimonio histórico, "por lo que la puerta está abierta a químicos, físicos, arqueólogos, historiadores, geólogos, arquitectos o ingenieros", enumeró como ejemplos Campano.
Tras los trabajos realizados por los alumnos del máster del pasado año en la muralla a la altura de San Bernabé, este año las prácticas se centrarán en el paño que va desde esa zona hasta la avenida de la Feria, una zona en la que el Ayuntamiento está trabajando para que quede totalmente despejada. Sobre su conservación, Campano explicó que lo que se observa son problemas en la piedra derivados de humedades "tanto en la parte superior, por las filtraciones, como en la inferior", apuntó.
A este respecto, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, señaló que la muralla "es propiedad del Estado" y que aunque el Ayuntamiento no tiene medios para grandes inversiones para su conservación "podríamos hacer intervenciones puntuales".
