La Fundación Villalar Castilla y León anunció ayer en Zamora -tras la reunión que mantuvieron los miembros de comité consultivo en la sede del Consejo Consultivo- que se abre la segunda edición de las becas de creación artística contemporánea puestas en marcha el pasado año con una aportación de 108.000 euros, que se traducirán en nueve ayudas de 12.000 euros cada una, que irán a parar a becados de cada una de las provincias de la comunidad.

"El año pasado diseñamos estas becas culturales para los talentos de Castilla y León, con el objetivo de que se queden en el territorio y que se sientan apoyados, puesto que queremos ganar artistas en la comunidad", explicó la presidenta de la fundación, Silvia Clemente, quien se mostró muy satisfecha con la gran acogida que esta convocatoria de ayudas tuvo en su primera edición. "Fueron 200 solicitudes las que recibimos para las nueve becas. Al ver que era algo muy necesario y deseado, preparamos también esta segunda edición", resumió Clemente, quien adelantó que aquellos proyectos que se presenten ligados a Castilla y León "cobrarán más peso" a la hora de la elección de los becados. "El jurado también valorará la calidad y la originalidad de los proyectos", añadió la también presidenta de las Cortes de Castilla y León.

En esta misma línea de trabajo "que tan buenos resultados ha dado", Clemente anunció el objetivo de la Fundación Villalar de poner en marcha una exposición de los trabajos realizados por los becados de esta segunda edición para 2018.

La presidenta recalcó que estas becas son una iniciativa "pionera" en Castilla y León, "al ser una decidida apuesta por favorecer el talento, como lo demuestra el hecho de que el proyecto becado es en todo momento propiedad intelectual del artista, una circunstancia que no suele ocurrir en becas o ayudas de estas características", comparó Silvia Clemente.

La alta participación y calidad de los proyectos demostraron el pasado año el interés por este tipo de ayudas. En Zamora, el jurado escogió a Antonio Guerra Casquero por "Comporta-miento para un simulacro" "por su exploración de los límites entre lo natural y lo cultural, así como su intervención en el territorio y escenificación para interpretar la relación entre hombre y naturaleza", con una propuesta que aunaba fotografía, escultura e instalaciones.