Ni los 44 grados a la sombra que soportaron los integrantes de la ONG Acción Norte en el Sáhara han podido con su tesón y ahínco para dar forma a los proyectos de construcción de dos parques de bomberos y la rehabilitación de un viejo hospital. Los zamoranos Javier Bodego y Javier Carracedo, de Acción Norte, y la arquitecta de la Asociación Zamorana con el Sáhara, Rosa Maestre, han vuelto a pisar suelo saharaui para materializar el proyecto de los parques de bomberos en Rabuni y en Djala, una iniciativa emprendida de la mano de la Universidad de Salamanca para hacer frente común.

El periplo hasta llegar al campo de Djala implicó dos horas de viaje por el desierto del Sáhara "literalmente en medio de la nada", explican los bomberos. Durante la visita, compraron material para la construcción del parque y dieron formación a los bomberos de emergencia. Unas clases teóricas que acabaron por convertirse en prácticas ya que "durante nuestra estancia hubo un accidente de tráfico con dos niños muertos de tres y ocho años así como un pequeño incendio en el hospital de Smara, un centro en el que ni siquiera tenían extintores para combatir las llamas ante un caso de incendio", lamentan.

La agenda de los bomberos contó con una cita oficial con el viceprimer ministro del Interior del Sáhara, el secretario de Interior y bomberos saharauis con el objetivo de valorar el proyecto y fijar nuevas actuaciones. Para la construcción del parque de bomberos se desplazarán dos arquitectos técnicos de la Universidad de Salamanca, un jefe de obra de la ONG Acción Norte y un electricista.

Durante la estancia "las temperaturas rondaban los 44 grados a la sombra, lo que al sol se transformaban en más de 50 con la dificultad que supone trabajar así". Unas circunstancias meteorológicas que "dan más valor a la difícil vida de este pueblo que vive casi en exclusiva de la ayuda humanitaria", cuentan Bodego y Carracedo para concienciar sobre la necesidad de tender la mano al pueblo saharaui.

Otro de los frente abiertos por la Organización No Gubernamental es el hospital de Smara, un edificio datado en 1982 "con muchas carencias y en muy malas condiciones pero que, pese a ello, da servicio a unas 60.000 personas que componen el campamento". Las obras implicarán la sustitución del techo de chapa, la rehabilitación de los baños así como la dotación de un electrocardiograma, extintores, sábanas, puertas, medicamentos, material de ginecología, monturas de gafas y máquinas biseladoras de lentes, dado que "no existe ninguna en ningún campamento y en el desierto hay muchos problemas oculares y de glaucomas". Para ello, la ONGD intentará "poco a poco" conseguir este material para enviarlo y "comenzar en octubre la rehabilitación del hospital". En este sentido, hacen un llamamiento a los centros sanitarios "para que aporten parte de estas necesidades" sin olvidar las donaciones que necesitan para los gastos de envío del material.