El futuro contrato de ayuda a domicilio, el de mayor magnitud en la Diputación tanto por su cuantía (casi 7 millones), como por sus usuarios (alrededor de 2.000) y número de trabajadores (cerca de 400), incrementará su presupuesto en 1,5 millones al pasar de 5,4 a 6,9. La subida implicará la creación de 80.000 horas más de trabajo destinadas a "incrementar la jornada laboral de los trabajadores y para generar más empleo", anunció el popular Aurelio Tomás.

La falta de apoyos impidió sacar adelante sendas enmiendas presentadas por PSOE e IU. El propio secretario advirtió que, de hacerlo, quedarían sobre la mesa al requerir "informes técnicos por afectar a los aspectos jurídicos y económicos". El socialista Eduardo Folgado exigió un contrato "más equitativo a la hora de valorar las ofertas pensando en los trabajadores" y sugirió incluso "una gestión directa" por parte de la Diputación. Una idea que hizo sonreír a Aurelio Tomás: "¿Sabe usted de alguna administración pública donde se haga así? Nosotros no podemos legalmente fijar las condiciones". Por su parte, Laura Rivera (IU) insistió en incrementar al menos el IPC del precio por hora "para atender la subida salarial de los trabajadores y mejorar sus condiciones laborales".

El propio Aurelio Tomás reconoció una lista de espera de 240 personas, pero con matices: "De ellos, la mitad son de grado cero, es decir, no hay obligación de prestar servicio, y la mitad del 50% restante está a la espera de incrementar las horas, pero sí reciben un servicio".