El mes de agosto, con la firma de los "tradicionales" contratos temporales para los meses de verano, ha batido récords de precariedad en el mercado laboral de Zamora. Así lo demuestran los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, que indican que menos del cuatro por ciento de los acuerdos laborales que se han formalizado durante las últimas semanas en la provincia de Zamora tienen carácter indefinido. Se trata de un porcentaje muy bajo incluso para los datos de los últimos años, cuando la contratación temporal ha tomado fuerza como consecuencia de la crisis económica.

Durante los últimos meses la tasa de contratos indefinidos sobre el total de acuerdos laborales firmados se ha quedado casi siempre, con alguna excepción, por debajo del diez por ciento. Lo más habitual es que, durante al menos los últimos tres años, el porcentaje de contratos fijos formalizados oscilara entre el cinco y el siete por ciento. Así las cosas, los porcentajes de este último mes son malos incluso para un escenario que no invitaba precisamente al optimismo.

Los datos difundidos el lunes por el Servicio Público de Empleo Estatal son tajantes. Durante el mes de agosto las empresas y los trabajadores zamoranos firmaron un total de 5.183 contratos laborales. Son 626 menos que en julio, lo que representa una caída de más de diez puntos porcentuales -esto se explica porque en julio, con prácticamente todo el verano por delante, se firman más contratos para cubrir vacaciones y para ampliar plantilla, situación esta última que se da sobre todo en hostelería y en comercio-. La cifra es muy similar a la del mes de agosto del año pasado, cuando se firmaron 42 contratos menos.

Los problemas llegan cuando se analiza el número total de contratos indefinidos. El último mes solo se firmaron 207 acuerdos laborales sin fecha de caducidad, una cifra inusualmente baja. Además, muchos son contratos temporales convertidos en indefinidos, lo que reduce todavía más el número de personas que firma un contrato fijo saliendo de las listas del desempleo. De hecho, es muy complicado que un trabajador pase del paro a la contratación fija sin pasar antes por uno o varios acuerdos temporales.

Los datos acumulados de los primeros ocho meses del año son algo mejores que los de agosto, pero no indican que la situación acabe de mejorar en lo que a condiciones de trabajo se refiere. En los ocho primeros meses del año se han formalizado un total de 36.170 acuerdos laborales entre las empresas de la provincia y los trabajadores. 2.210 de ellos son de carácter indefinido, una cifra baja que representa un porcentaje un poco superior al seis por ciento -con todo, son dos puntos más que en el mes de agosto, el peor en lo que a este particular se refiere de lo que va de año-. El resto, 33.960 contratos firmados, son temporales.

Además, hay que tener en cuenta que muchos de los contratos temporales firmados durante los meses de verano tienen una duración muy escasa. Todavía no hay datos del mes de agosto, pero uno de cada cuatro contratos firmados en julio, un 23,8 % del total, tuvo una duración inferior a la semana. Los datos, que son estatales, indican que la contratación de julio volvió a caracterizase por la corta duración, ya que de los 1,93 millones de contratos registrados, 458.814, duraron menos de una semana y 89.919, entre 7 y 15 días.

Como es habitual, los contratos de los meses de verano se concentraron mayoritariamente en el sector servicios, que aglutinó el 75 % del total, con 1,45 millones, de los que poco más de un 5 % fueron de carácter indefinido.