La degradación del casco histórico de la ciudad de Zamora se pone de manifiesto en la cantidad de pintadas y grafitis que acumulan sus fachadas. A menudo son firmas ilegibles que van dejando paso a pequeñas frases o todo tipo de dibujos. Entre ellas, aparecen habitualmente esvásticas, cruces gamadas o palabras ofensivas que los fascistas deciden plasmar en las paredes. El último episodio ha sido el de la muralla conservada tras la iglesia de San Isidoro, pero ya antes hubo que retirar pintadas de simbología nazi en entornos como las calles de Pizarro, San Isidoro, Sor Dositea Andrés o Misericordia, además de otros puntos claves para el turismo como las plazas de Arias Gonzalo o Fray Diego de Deza.

En el mes de abril de este mismo año, los fascistas también acudieron a las sedes de los partidos políticos para mostrar su ideología en forma de pintadas. La antigua sede de Podemos, ubicada en la calle Campo de Marte, y la nueva ubicación de la sede provincial de Izquierda Unida -en Condes de Alba y Aliste-, muy cerca la una de la otra, amanecieron con simbología de ultraderecha y frases como "Adolf Hitler tenía razón", "Queridos podemitas y periodistas, ni borrachos ni fascistas, juventudes tercerposicionistas" o, directamente, "Rojos no". Esta última, por cierto, también ha aparecido en las viviendas situadas en el entorno de la iglesia de San Isidoro.