La provincia registra 1.500 hogares con familias numerosas -es decir, tres o más integrantes- frente a las 12.600 que optan por un único hijo, casi ocho veces más. Los datos evidencian la dificultad de los progenitores zamoranos a la hora de aumentar la familia, ya que en los últimos años la media por hogar ni siquiera alcanza los dos hijos, según los últimos datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La cifra es, con diferencia, la más baja de todas las provincias de Castilla y León, solo igualada por Soria, en idéntica situación que Zamora en lo que se refiere a las dificultades para alcanzar la categoría de familia numerosa.

En la provincia, la proporción de familias numerosas apenas llega al 2% -1,9%- que suponen esos 1.500 hogares frente a los 77.500 que componen el global, siempre según el INE.

Conforme a la normativa, se entiende por familia numerosa aquella que está integrada por los padres y tres o más hijos, sean comunes o la suma de otras parejas diferentes. La clasificación de las familias numerosas se divide en dos categorías. La general, que corresponde a las que tienen tres o cuatro hijos, y la especial, con cinco o más. A efectos de la ley se equiparan a familia numerosa las constituidas por la formada por uno o dos progenitores con dos hijos, sean o no comunes, siempre que al menos uno de los hijos sea discapacitado; la familia con uno o dos progenitores discapacitados con un grado total de invalidez igual o superior al 65%, con dos hijos, sean o no comunes; si el padre o la madre están separados o divorciados, con tres o más hijos, sean comunes o no, aunque estén en distintas unidades familiares, siempre que sean dependientes económicamente, aunque no vivan en el domicilio conyugal; dos o más hermanos huérfanos de padre y madre bajo tutela, pero que no se hallen bajo las expensas del tutor o acogedor; y tres o más hermanos huérfanos de padre y madre, mayores de 18 años, o dos si uno de ellos es discapacitado, que convivan y tengan dependencia económica entre ellos.