El primer domingo de las fiestas en honor a la Virgen de la Concha sirvió para que los fieles tuvieran la oportunidad de realizar donaciones de productos no perecederos en la iglesia de San Antolín, bajo el manto de la patrona de la ciudad, que estos días lleva un traje de principios del siglo XIX, perteneciente a la rica colección de la que dispone la cofradía. Algunos de los participantes en esta ofrenda iban ataviados con trajes regionales, haciendo honor a los días de fiestas que vive la ciudad en estos días. Los responsables de la bolsa de caridad de la cofradía serán los encargados de gestionar y repartir estas donaciones, que se pueden continuar haciendo durante los días que dure la novena en la misma iglesia.