Los problemas económicos que arrastra la Fundación Rei Afonso Henriques desde hace años ha provocado que la entidad hispanolusa trabaje a día de hoy con solo dos personas, entre ellas, el propio secretario general del órgano hispanoluso, González Prada. Las dificultades económicas que el patronato nunca ha ocultado se han salvado hasta el momento con esfuerzos económicos extraordinarios por parte de algunas de las instituciones que conforman la entidad. La financiación complementaria sería, en todo caso, la tabla de salvación para el reflote de la entidad que aspira a la continuidad a pesar de las trabas económicas.

El pasado ejercicio se cerró a las puertas del equilibrio financiero "a costa de importantísimos esfuerzos", reconoce el secretario general. En la actualidad, la FRAH trabaja en la elaboración del presupuesto de 2018 volcada, sobre todo, en las nuevas dinámicas de colaboraciones puntuales para congresos concretos que pueden revertir a las arcas de la entidad hispanolusa alrededor de 50.000 euros al año.

La consecución de los ingresos extra permitirá a la fundación inaugurar el próximo año con unas perspectivas más halagüeñas que las arrastradas en los últimos años y poder cubrir así todos los gastos. Unas deudas que llegan también a los trabajadores, con impagos de nóminas que han derivado en recortes de jornadas y, en último término, en despidos y la marcha de algunos trabajadores. Pese a ello, continúan sus proyectos en varios ámbitos, algunos relacionados con posibles nuevas aportaciones directas y otros con proyectos con contenido que incluyen actividades y actuaciones que pueden suponer también fuentes de ingresos.