La delincuencia más abundante de la provincia es la de los hurtos, atendida por cacos (hombres y mujeres) hábiles en el robo de carteras y demás efectos aprovechando los descuidos de la víctima. Un hurto es la sustracción u obtención ilícitas de bienes con la intención de privar permanentemente de ellos a una persona u organización, sin consentimiento y sin el uso de la fuerza, amenazas de uso de la fuerza o violencia, coacción o engaño. Y por lo que se ve, prefieren actuar en los lugares más poblados, de hecho la mitad de todos los hurtos de la provincia ocurren en Zamora capital. Así, entre los meses de enero y junio se produjeron en la provincia de Zamora 636 hurtos, un 1,9% menos que el año pasado por las mismas fechas, cuando se habían detectado 648. Pues bien, en la capital en el primer trimestre se han dado 336 hurtos, un 3,2% menos que el año anterior, cuando entre enero y junio se habían producido 347.

Menos abundantes, aunque sin duda más preocupantes que los hurtos son los robos con violencia e intimidación, que han bajado considerablemente este año. Se el diferencian de los hurtos en que en el caso de los robos los autores utilizan la fuerza, amenazas de uso de la fuerza o violencia, coacción o engaño. En la provincia se han producido 16 hechos de este tipo en el primer semestre del año, frente a los 20 del año anterior, lo que supone un descenso del 20%. Dos de cada tres hechos de este tipo se produjeron en Zamora capital, con diez casos de robo con violencia e intimidación, uno menos que el año anterior.

Los robos con fuerza en domicilios se han estabilizado en la provincia, 104 casos en el primer semestre, lo mismo que el año anterior, e incluso han bajado en la capital (de 30 a 23). Sin embargo, los robos con fuerza en establecimientos, naves y otras instalaciones han aumentado. En la provincia han pasado de 92 en el primer semestre del año pasado a 102 en el último periodo de enero a junio de 2017. Y en la capital, han subido de 21 a 33 en un solo año, un incremento incluso mayor. Tanto hurtos como robos con fuerza o los que se producen en domicilios son responsables de una gran alarma social.

El total de infracciones penales aumentó ligeramente, un 2,9% en la provincia de Zamora en el primer semestre del año, que se incrementaron de las 2.235 de 2016 a las 2.299. No es el caso de la capital, donde al contrario que en el resto de la provincia lo que se produjo fue un descenso, desde mil a 974 en el último semestre. Ha habido un asesinato u homicidio doloso (ninguno del año pasado), y ningún secuestro. Los delitos de lesiones y riña tumultuaria permanecen prácticamente estables, bajan de 14 a 13, seis de ellos en la capital, tanto el pasado año como éste. Lo que sí ha aumentado de forma considerable son las sustracciones de vehículos. No es que haya demasiados casos, pero aumentaron de 21 a 31 en el primer semestre del año, mientras que en el capital subieron también, en este caso de cinco a nueve. Los delitos de tráfico de drogas también muestran una línea ascendente en las estadísticas del Ministerio del Interior y han subido algo, desde los diez del primer semestre de 2016 hasta los 14 del mismo periodo de 2017. La capital zamorana acumula más de la mitad de estos delitos dentro de la provincia, cinco el pasado año y ocho durante el primer trimestre de este año.