Una repentina e intensa tromba de agua paralizó anoche la ciudad durante más de una hora. La fuerte lluvia que comenzó sobre las ocho de la tarde pasó de interrumpir la prolongada sequía que afecta a la provincia a suponer un verdadero problema, sobre todo, para el tráfico de vehículos. El Puente Nuevo, la rotonda frente a la Estación de Tren y otros puntos habitualmente problemáticos se convirtieron por instantes en verdaderos ríos. La Agencia Estatal de Meteorología cifró a última hora del día en 25 litros por metro cúbico la cantidad de lluvia caída en tan solo unos minutos.

Los Bomberos y la Policía Municipal tuvieron que rescatar a tres personas que se vieron atrapadas en sus coches por la repentina acumulación de agua, como ocurrió con los dos ocupantes de un turismo en la calle Villalpando, que se vieron obligados a subir al techo el vehículo ante el nivel del agua. A esas horas, el puesto de Bomberos recibía decenas de avisos desde distintos puntos de la capital.

Miedo a cruzar

Asimismo, parte de los accesos a la ciudad quedaron bloqueados por la tromba de agua: En la parte sur, hacia Salamanca; en la glorieta de acceso desde la carretera de Benavente y en la zona oeste, en la entrada desde Portugal. En el Puente Nuevo -en la zona de Tres Árboles- una inmensa laguna estranguló el tráfico de vehículos hasta tal punto, que se formaron largas retenciones y algunos conductores se cuestionaron si podrían atravesar ese punto del viaducto por la cantidad de agua acumulada.

El sonido de las sirenas fue una constante en la ciudad para responder a las numerosas llamadas, empezando por las inundaciones en Urgencias del Complejo Asistencial de Zamora y glorietas como la ubicada frente a la Estación del Ferrocarril, cuyo aparcamiento quedó anegado, "a la espera de que los sumideros sea capaces de asimilar esa gran cantidad de agua", según señaló, en declaraciones a la agencia Ical, el primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Antidio Fagúndez.

Por otro lado, numerosos locales, garajes y sótanos de distintos puntos de la capital zamorana quedaron afectados por el agua acumulada. En puntos problemáticos, como la Estación de Tren, se dieron imágenes rocambolescas, como los viajeros del AVE caminando entre una verdadera laguna de agua, con los zapatos en la mano. Parecido ocurría en el bosque de Valorio, en la avenida de Obispo Nieto, donde el agua no paraba de acumularse frente a la Huerta de la frontera.

Diversos puntos de la ciudad sufrieron cortes de luz durante varias horas. Es el caso de bloques de viviendas en La Candelaria o en Príncipe de Asturias, donde los vecinos trataron de lograr información sobre el reenganche del suministro de electricidad.