Cerca de mil personas, concretamente 973, están formadas en Zamora para el manejo de los desfibriladores semiautomáticos, unos dispositivos que, acompañados de unas correctas maniobras de resucitación cardiopulmonar pueden salvar muchas vidas.

Son datos de la Consejería de Sanidad difundidos por la agencia Ical. El departamento que dirige Antonio María Sáez tiene previsto adquirir 500 desfibriladores semiautomáticos (más del doble de los 389 existentes en estos momentos), valorados en 750.000 euros, que se colocarán en instalaciones deportivas municipales. En estos momentos los técnicos trabajan en la redacción de las bases de la orden de ayudas, de la mano de la Consejería de Cultura y Turismo, para determinar los requisitos que deben reunir los ayuntamientos para optar a una de estas máquinas.

La Consejería aprobará una orden de ayudas para que concurran aquellos ayuntamientos interesados en contar con espacios deportivos cardioprotegidos, como pabellones municipales, complejos deportivos o piscinas. Además del aparato en sí, las ayudas incluirán una parte destinada a formación de personal para que sepan utilizar el desfibrilador de modo adecuado y siempre haya al menos una persona con estas capacidades cuando el centro cuente con actividad. Aunque no hay plazos cerrados, Sanidad trabaja con el horizonte del último cuatrimestre. En todo caso, quiere acelerar los pasos administrativos para intentar que la orden vea la luz en septiembre.

Proposiciones

Con este paso, la consejería dará respuesta a sendas proposiciones no de ley presentadas por los grupos Ciudadanos y PSOE en las Cortes de Castilla y León para instar a la Junta a ampliar la red de desfibriladores ante el aumento de casos de muertes súbitas y otras cardiopatías durante la celebración de eventos deportivos. De hecho, está demostrado que el uso de un desfibrilador, combinado con las técnicas básicas de recuperación cardiopulmonar, pueden salvar vidas ante un paro cardíaco.