Ni siquiera uno de cada diez perros recogidos por la protectora de animales Scooby está identificado con microchip. En concreto y, según los datos del colectivo, Zamora arrastra el dato más bajo de su área de influencia con apenas un 4% de animales identificados. La ausencia de un sistema digital para controlar el origen del animal "dificulta mucho el trabajo de la protectora y favorece la impunidad de quienes abandonan", expone Fermín Pérez, presidente de Scooby. En este sentido, la normativa autonómica considera el abandono como una falta grave y establece multas de entre 150 y 1.500 euros para los infractores. La ley de protección de animales de compañía de Castilla y León establece que todos los perros deben de estar identificados y censados a partir de los tres meses.

De los 865 perros recogidos por Scooby entre enero y julio en Castilla y León solo un 12% contaba con microchip identificativo. Esta tendencia está más acusada en las zonas rurales de Zamora seguida de Palencia, según los datos ofrecidos por la protectora Scooby.

En lo que va de año el colectivo hace frente a unas cifras de abandono "altísimas", lo que lleva a la protectora a un situación "muy difícil en nuestros refugios", plantea Pérez a la luz de los datos recabados. Sin embargo, Scooby sopesa que "si la ley se cumpliese y todos los animales estuvieran identificados estas cifras caerían de forma considerable obligando a las personas a responsabilizarse de sus propios animales y a controlar su reproducción", valoran desde la protectora de animales.

Las estadísticas de la protectora apuntan a que es en las zonas rurales donde más abandonos se producen y donde menos perros identificados hay, de ahí que Zamora se lleve la palma en cuanto a datos de falta de microchips. Ante esta situación, Scooby pide a las administraciones y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a que fomenten los controles de identificación en estas áreas para combatir el problema "desde la raíz". La fórmula será una herramienta eficaz para bajar las cifras alarmantes que pone sobre la mesa la protectora de animales.