Los familiares de enfermos ingresados en la planta de neurología del Hospital Virgen de la Concha denuncian la falta de especialistas en el departamento de rayos para poder efectuar pruebas, en concreto el ecodoppler, imprescindible para que alguno de esos pacientes reciba el alta.

La situación es tan precaria que algunos pacientes llevan casi una semana esperando a que les atienda algún radiólogo, con el consiguiente malestar, "estas son las consecuencias de los recortes en Sanidad", manifestaba la hija de una mujer ingresada.

Este usuario compara el compás de espera en el Hospital zamorano con el buen funcionamiento de la Unidad de Ictus de León, donde "a los cuatro días se da el alta a enfermos más graves, eso es lo protocolario", según se ha informado al observar que la estancia de su progenitora en el Virgen de la Concha lleva camino de superar los siete días.

Las gestiones por tratar de agilizar las pruebas para su familiar no han dado los resultados esperados, ni su visita al departamento de citaciones de rayos ni la hecha al de atención al paciente. En el primero de ellos, la funcionaria del Sacyl le explicó "que la agenda de rayos está hasta arriba", una contestación que dejó perpleja a la mujer, que no duda en apuntar como la única solución posible a ese problema "que contraten más radiólogos". Lo que no le parece admisible es que la explicación sea "que hay muchas pendientes porque hay mucha demanda".

La indignación subió de tono cuando, en atención al paciente, cuando fue a dejar constancia de mi protesta, "me dijeron esperara que vendría un neumólogo a hablar conmigo, estuve esperando y no se presentó nadie allí. Me parece una auténtica tomadura de pelo", manifiesta esta zamorana, que solo quiere saber si su madre, que en principio parece haber sufrido un ictus de menor entidad, pude irse a casa tranquila.

La ecodoppler "es una sencilla ecografía, una prueba protocolaria para ver el movimiento de la sangre a través de las arterias y descartar complicaciones", agrega.

Esta enferma, de 85 años, que llegó la madrugada del miércoles al jueves desde Puebla de Sanabria, desde donde la tuvieron que desplazar sus hijos después de llamar al 112 hubiera achacado el estado de la mujer a una caída. Sin embargo, la familia sospechó que era algo más grave, por lo que decidieron llevarla al complejo asistencial de Zamora, donde les confirmaron en el servicio de urgencias, tras realizarle dos tac, les indicaron que había sufrido un ictus. Los médicos remitieron rápidamente a planta a la mujer, que a primera hora de la mañana estaba en neurología, a expensas de que esa única prueba médica.