"Quiero que se conozca el caso no por hacerle daño a él, sino para que otras chicas sepan el riesgo que pueden correr, que estas cosas pasan". La joven tuvo que soportar, cuando ya el vídeo de la felación había circulado entre los compañeros del equipo deportivo, que estos le mandaran WhatsApp en los que "me decían "¿nos haces lo que a ...?"", en referencia a la felación. Y tuvo que soportar que jugaran con ella cuando les reclamó el vídeo.

No olvida mencionar a la que era su jefa, "ella me recomendó que se lo contara a la Policía y me dicen que si quiero parar el vídeo, que lo denuncie". Eso fue lo que hizo.

La joven zamorana, a la que un chico le grabó practicándole una felación, sintió "vergüenza, miedo a que todo el mundo lo hubiera visto y pánico que los chicos vinieran para intentarlo". A esa situación de terror, se sumaba el que "no me atrevía a contárselo a nadie". El estrés llegó a tal extremo que "me daba miedo quedarme sola en el trabajo por si entraba alguno de los chicos del equipo o cualquier hombre y venía a eso".