La zamorana Julia Jambrina ha realizado una tesis doctoral titulada "Las escuelas de música tradicional en Castilla y León. Análisis comparativo", una investigación que efectúa una radiografía de cómo está la enseñanza del folclore musical en la región en los centros dependientes de ayuntamientos y diputaciones.

-¿Qué le mueve a profundizar en las escuelas de folclore musical?

-Mis raíces musicales y culturales. Inicialmente pensé centrarme solo en Zamora pero luego amplié el estudio a toda la región para tener una panorámica completa. A lo largo de mi vida he hecho contactos y amistades con personas de este ámbito, lo que me facilitó el acceder a las fuentes y a las publicaciones más especializadas para realizar un estudio de esta envergadura.

-¿Había trabajos previos sobre la temática?

-No había nada que englobara toda la región de Castilla y León. Había un artículo del profesor Alberto Jambrina Leal en el que explicaba por qué se enseñaba música tradicional y para qué. La idea de la tesis parte de ahí pero al ampliar el estudio a Castilla y León me topé con el problema de saber dónde están estas escuelas y cuántas hay porque no existe ningún registro.

-¿Cómo consiguió localizarlas?

-Contacté con la Junta de Castilla y León donde me facilitaron un pequeño listado de las escuelas municipales dependientes de los ayuntamientos donde se estudia música, pero no se especificaba qué tipo de enseñanza era. Me tocó ir diputación por diputación para que me indicaran qué escuelas tenían. En el rastreo tardé un año entero y llegué a la conclusión de que hay 56 escuelas y tres que estaban intentando ponerlas en marcha. A mayores había una escuela en Ponferrada que no pude aclarar si funciona con fondos públicos o privados o tenía una financiación mixta. En el análisis he dejado al margen a las asociaciones y a los grupos que dan clases porque aparecen y desaparecen.

-¿Dónde se crearon los primeros centros?

-Las primeras escuelas que aparecieron están situadas en Salamanca, Burgos y Palencia. Se crearon a finales de los 70 y principios de los 80 y nacieron dependientes de diputaciones. Lo que ha pasado es que las competencias han cambiado y las han asumido los ayuntamientos, por lo que ha sufrido cambios en la forma jurídica. En muchos casos han acabado siendo asociaciones como sucede en Segovia. En Burgos siguen igual, mientras que en Palencia ha desaparecido el germen que puso en marcha la diputación y en Salamanca sigue el Instituto de las Identidades, con otro nombre y otro director pero con unas funciones parecidas.

-¿Qué provincia es la que más escuelas presenta?

-Zamora es de las que más tiene y tiene una amplia matriculación. La provincia sale bien parada porque lo que se ha intentado a través del Consorcio de Fomento Musical es integrar y sociabilizar todas estas culturas de instrumentos musicales que había antiguamente y que gracias a la enseñanza perviven. Sin embargo en otras zonas tienden más al localismo.

-Concrétenos.

-Si a lo largo de su historia, por ejemplo, no se ha impartido gaita no la quieren introducir; quieren que pervivan solo los instrumentos que se tocaban en la zona. Hice un mapa en Google Maps, que ya puede visitarse de manera on line, donde situé todas las escuelas a través de puntos y luego en otras capas coloqué los instrumentos impartidos.

-Y ¿qué instrumentos se enseñan?

-La única que enseña todos los instrumentos es la de Zamora. En la región, el instrumento que más gusta y que tiene presencia en todas las escuelas es la dulzaina. En Soria hay una escuela donde se estudia dulzaina y redoblante pero como están cerca de Aragón también imparten bandurria e instrumentos de púa. Esto existía antiguamente y pervive. En una de las capas del mapa que realicé se compara con un mapa de 1987 hecho por dos expertos que ubicaron los instrumentos tradicionales de cada zona y es prácticamente igual.

-¿Por qué cree no ha habido variaciones en estas décadas?

-Está en relación con la práctica de los instrumentos y el sentimiento de identidad que mantienen las localidades. Por un lado se mantiene casi intactas las tradiciones de cada zona pero el punto negativo es que se pierden una evolución del folclore musical que podría ser muy enriquecedor, por ejemplo que se mezclaran instrumentos tanto tradicionales como reglados, algo que existe en la provincia de Zamora y que da buen resultado. Muchas veces cuando hablaba con los profesores me decían que ellos suele mezclar instrumentación pero paradójicamente no la tradicional. Inconscientemente la tendencia es a fusionar con violines o trompetas antes quehacer una mezcla de flauta y tamboril y dulzaina.

-¿Qué sorpresas le ha deparado la investigación?

-El rabel y la zanfona casi no son estudiados. El rabel no me lo explico porque es un instrumento accesible, asequible y no es especialmente complicado su aprendizaje. La zanfona quizá sea por las características del propio instrumento que es más caro.

-¿Existen muchas diferencias entre las escuelas?

-De cara a la enseñanza no. La mayoría sigue enseñando por el método imitativo y ha crecido la utilización de partituras. Hay un equilibro entre los dos métodos. Solo los exámenes se hacen en Zamora en el resto de provincia se hace un seguimiento más de evaluación continua.

-¿Qué otras diferencias ha documentado entre las escuelas de Zamora y las de las otras provincias?

-En la provincia de Zamora la didáctica, la organización interna y los materiales no deja ningún cabo sueltos. Se estudian bastante instrumentos, de hecho se imparten todos, está extendida por toda la provincia e incluso en las zonas que lindan con Portugal se puede estudiar púa.

-¿Qué nos puede decir del perfil del alumno?

-A través de la información que me han dado los profesores, que tiene una amplia cualificación, que sabido que en la provincia de Zamora existe un proyecto intergeneracional frente a las otras provincias donde no quieren mezclar a distintas edades. En Zamora el perfil de estudiante es amplísimo. Los niños en Zamora desde pequeños estudian instrumentos tradicionales frente a Soria, donde la juventud opta por instrumentos más modernos. En general la enseñanza se realiza en grupos de diez personas en las municipales y en las provinciales son grupos más amplios.

-Tras su análisis exhaustivo ¿qué es mejorable en las escuelas?

-El profesor del Consorcio de Fomento Musical de Zamora Mario Martínez tiene un canal de Youtube donde el mismo ha subido vídeos de enseñanza y me parecía muy interesante poner en marcha un canal para toda la región y que cada cierto tiempo un profesor de cada escuela subiera contenidos didácticos. Zamora es un ejemplo para exportar con lo cual no puedo decir que las otras funciones mal, simplemente son proyectos diferentes. De hecho se han interesado por mi investigación en la zona de Tras os Montes a fin de conocer en profundidad el sistema de funcionamiento de las escuelas dependientes del Consorcio de Fomento Musical.

-En su opinión ¿debería integrante más la música tradicional en los conservatorios?

-Está ya integrada en algunos conservatorios como el de Segovia donde se imparte dulzaina. Mi duda es si la música tradicional puede ser virtuosística y si eso se hace, dejaría de ser accesible para la gente, dejaría de ser accesible para el amateur y perdería su esencia. Debería introducirse en el conservatorio para que se conociera y se tuviera en cuenta, pero no sé hasta qué punto sería perjudicial porque no sé si seguiría siendo música tradicional. Muchas veces el ámbito de la música tradicional virtuosismo sería casi ya armonía moderna.