La razón, "un problema de educación y empatía". Con la llegada del verano, los casos de abandono de animales de compañía aumentan por diversos motivos, no solo por los viajes vacacionales. "El refugio recibe llamadas a diario para dejar perros por aspectos como cambios de vivienda o no poder mantenerlo, no siempre se debe a las vacaciones. Esta etapa puede ser una disculpa de algunas personas para abandonar a un animal, pero en muchos casos ya buscaban deshacerse de él desde antes", señala Mar Sánchez, voluntaria de la protectora Scooby Zamora. Otro problema que surge a partir de la primavera es la aparición de camadas de gatos, muchas acaban en contenedores o abandonados a su suerte. Así, alertas sobre canes y felinos aparecen todos los días, hasta que los centros de recogida no tienen cabida para nuevos habitantes, como es el caso de Scooby en la actualidad.

Desde el punto de vista de Defensa Animal Zamora, el abandono es atemporal, y no solo lo llevan a cabo particulares con sus mascotas, sino también algunos ganaderos y cazadores para quienes son animales de trabajo. Así, las razas más perjudicadas por esta práctica son los galgos, los mastines y los podencos, "algunos tienen la suerte de ser rescatados, otros acaban muertos por ahorcamiento o por un tiro", apunta Miriam García, presidenta de DAZ.

Muchos perros llegan a los refugios en muy malas condiciones y presentan traumas o pánico hacia las personas, aunque con el tiempo empiezan a dar cariño a sus cuidadores. Esto dificulta que los humanos se interesen en su adopción, "estos animales aprenderían a querer a su adoptante, pero sería un duro trabajo para este lidiar con el miedo que sienten hacia los demás", según Sánchez.

La educación es básica para cambiar la situación, "cuando las personas presencian casos de maltrato, muchas veces no lo consideran grave puesto que normalizan lo que siempre han visto", reflexiona García. Sin embargo, en los últimos años la sociedad ha evolucionado, ya no mira hacia otro lado y mucha gente se siente respaldada por las asociaciones a la hora de hacer una denuncia, puesto que estas permiten el anonimato. Pero a pesar de la labor de las organizaciones, el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad es clave, en muchas ocasiones, del destino de muchos animales. Actualmente, DAZ pide un protocolo específico de actuación para animales heridos y enfermos, en cuyas recogidas se da el mismo procedimiento que cuando se trata de animales que no presentan estos problemas.