Durante este fin de semana, las llamadas "Lágrimas de San Lorenzo", o también conocidas como perseidas, invaden el cielo, pudiendo ser observadas a simple vista. Desde la Agrupación Zamorana de Astronomía, Fernando García Roncero, nos cuenta su pasión por la Astronomía, así como su experiencia al frente de dicha agrupación.

- ¿Qué labor realizan desde la agrupación?

-La principal actividad es compartir una afición que tenemos en común todos los miembros de la agrupación. El objetivo es la divulgación de la Astronomía mediante charlas o talleres, por ejemplo, de iniciación al manejo de telescopios y, especialmente, la didáctica en centros escolares, tanto de la capital como de la provincia, donde acudimos durante las épocas de mejores condiciones para la observación del cielo.

- ¿Considera que en Zamora existe una cultura en torno a la Astronomía?

-En general, es un área muy poco conocida entre los ciudadanos. Basta con fijarse en el número de miembros de nuestra agrupación, de la que solo formamos parte 14 personas. Sin embargo, actividades como las observaciones en la Catedral durante el mes de junio son multitudinarias. Pero hablando de tener nociones astronómicas, el dato es muy escaso. Hay que tener en cuenta que se trata de una afición que requiere ciertos sacrificios, puesto que se hace de noche y no se compatibiliza igual que otras.

- ¿Cómo podría divulgarse esta materia?

-Sería positivo que formase parte del currículo educativo de asignaturas como Física. Debería formar parte de la cultura general de cualquier persona.

- ¿Tiene Zamora un cielo nocturno limpio?

No. La contaminación lumínica ha proliferado mucho en los últimos años y lo ha hecho de forma absurda e innecesaria porque muchas de las iluminaciones están del revés. Por ejemplo, los carteles y vallas publicitarias cuyos focos están hacia arriba, apuntando al cielo, en lugar de estar hacia abajo. Por otro lado, también las naves industriales que rodean las ciudades y cuya iluminación en absoluto cumple la legislación vigente de protección del cielo.

- ¿Cómo afecta esa contaminación lumínica?

-La polución de un punto luminoso se ve a kilómetros de distancia y afecta, no solo a la observación del cielo, sino también desde el punto biológico a las especies que tienen vida nocturna.

- ¿A qué niveles daña a Zamora esta polución, frente a otras ciudades?

-Respecto a otras ciudades está dañada menos porque es más pequeña, pero a pesar de su poca superficie, tiene una contaminación lumínica desproporcionada a su tamaño. Hay ciudades europeas más grandes pero que tienen cuidado con la protección del cielo y su índice de polución es muy bajo. Por tanto, no es cuestión de tamaño sino de cómo están iluminadas las ciudades.

- ¿Cómo puede reducirse este problema?

-No es cuestión de vivir a oscuras, sino de instalar correctamente la iluminación, que además serviría para recortar costes.

- ¿Qué es lo que actualmente más contamina el cielo?

-Los molinos eólicos, que en vez de tener luces rojas que no producen contaminación, las que tienen son blancas e intermitentes, de manera que lugares como la sierra de la Culebra, que sería uno de los más apropiados para la observación, ahora está casi inutilizado.

- ¿Qué zonas destacan por menor polución lumínica en la provincia de Zamora?

-Especialmente algunos puntos de la comarca de Sayago o La Guareña.

- Este fin de semana las perseidas o lágrimas de San Lorenzo protagonizan el cielo nocturno. ¿En qué consiste este fenómeno?

-Las lluvias de estrellas transcurren entre el 17 de julio y el 24 de agosto, pero su máxima intensidad se prevé para la noche del 12 de agosto. Básicamente consiste en que la Tierra, en su órbita alrededor del Sol, cruza por la zona donde se encuentran los restos del cometa 109 Swift Tuttle, que da lugar a las perseidas; y esta trayectoria coincide con dichas fechas, viéndose como estrellas fugaces. Su principal característica es que su punto de partida es la constelación de Perseo, de ahí su nombre.

- ¿Qué lugares recomendaría para observar esta lluvia de estrellas?

-Con salir fuera de la ciudad podría ser suficiente. Sería recomendable al menos a 6 kilómetros, aunque algunos sitios del bosque de Valorio podrían ser buenos.