Tras una larga demanda solicitada por varios barrios de la capital, la construcción de la pasarela peatonal sobre la vía del ferrocarril entre las calles Villalpando y Antón de Centenera es una realidad. La nueva plataforma mejorará la permeabilidad de la zona, ya que está proyectada para salvar las vías de la línea férrea convencional Medina del Campo-Zamora y la línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia. Asimismo, esta infraestructura facilitará el acceso tanto al hospital Virgen de la Concha como al Provincial y al campus universitario.

La asociación de vecinos de Las Viñas valora como "absolutamente necesaria" la construcción de esta pasarela para acabar con el aislamiento de barrios como Alviar, Pantoja y la zona de Villalpando. Sobre la localización de la misma, el presidente de Las Viñas, Luis Bernardo, considera que "aunque se puede discutir si tenía que estar 50 metros arriba o 50 metros abajo, el lugar es el correcto". Sin embargo, los vecinos denuncian la falta de urbanización del área aledaña a la pasarela. Concretamente, la zona del camino del Torrado que es de tierra y "necesita urgentemente ser urbanizado con farolas, saneamiento, asfaltado o aceras".

En este sentido, Luis Bernardo asegura que "tanto el uso público como la imagen de la pasarela se verán perjudicados si no se lleva a cabo un adecentamiento del área". Asimismo, incide en la importancia de esta obra, puesto que es el acceso tanto al mercadillo de los martes como al barrio de Vistalegre, una parte de la ciudad que "está a medias".

La pasarela tiene una longitud de 317 metros, distribuidos en once vanos, y está proyectada con una anchura de 3 metros para agilizar el paso de los usuarios. En principio, estaba previsto que la infraestructura contase con un sistema de iluminación formado por pantallas estancas con protección antivandálica y contaminación lumínica, así como la ejecución de un cerramiento en zona de desembarco, a ambos lados de la pasarela. Precisamente, es la instalación de la luz lo que mantiene en espera la apertura al público de esta infraestructura. Las obras, que fueron adjudicadas a la empresa Tragsa y cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), han contado con una inversión de 1.516.189 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, desde que comenzaran en el pasado mes de febrero.

A pesar de que los recortes hicieran que la construcción ferroviaria desapareciera durante un tiempo del proyecto de remodelación de la estación de trenes de Zamora, gracias a las reivindicaciones y la presión de las asociaciones de vecinos, especialmente de los barrios más directamente afectados, se logró que se retomase su edificación. No obstante, en la pasada visita en el mes de mayo por parte del subdelegado del Gobierno de Zamora, Jerónimo García Bermejo, y Juan Pablo Villanueva, responsable de obras de ADIF, aseguraron que estaría terminada en junio, mientras que finalmente la inauguración se prevé para septiembre, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno.