Riesgos y falta de información protagonizan la campaña "Jóvenes y alcohol, una mala combinación", organizada por la Asociación Juvenil Proyecto 2000. La concienciación sobre el problema de las bebidas etílicas se llevará a cabo con el reparto de carteles y trípticos entre la población, y el objetivo es que los adolescentes comprendan que "deben hacer un uso moderado y responsable del alcohol, sobre todo en estos meses de verano en los que abundan las fiestas en todas las partes de la provincia", apunta el presidente de la asociación, Joseba Revidiego. La campaña va dirigida hacia la población comprendida entre las edades de 14 y 30 años, desde aquellos que se inician en su consumo hasta quienes adquieren una adicción.

Entre la información del tríptico se recogen tres apartados, el primero sobre los comienzos de los adolescentes en el alcohol, cuando empiezan a rodearse de grupos que les incitan a tomarlo y no tienen suficiente confianza en la familia como para que sus padres les expliquen los riegos que conlleva; la segunda parte trata sobre cómo afectan las bebidas etílicas en la adolescencia, por ejemplo en la retención de información por parte del cerebro; y el tercero aborda la prevención ante su consumo. La iniciativa no deja de dirigirse también a los progenitores de los jóvenes, "en la asociación invitamos a fomentar el diálogo familiar, también hay que concienciar a los padres para que hablen de este tema con naturaleza y evitar futuros riesgos", reflexiona el presidente.

El pensamiento general de los jóvenes depende de la etapa en que se encuentren, "suele haber un primer momento de curiosidad, en el que consumen alcohol por el hecho de probar algo nuevo y es importante que haya alguien que les explique los riesgos en estos inicios para evitar daños mayores. Conforme avanzan en edad, los adolescentes adquieren la idea de que si no beben no van a pasarlo bien o no se van a integrar en un grupo de amigos", comenta Revidiego. El tipo de personas con las que se relacionen los jóvenes determina, en gran medida, la relación que estos adquieren con el alcohol, apunta.

Los únicos actos que va a realizar la asociación consisten en el reparto de los trípticos y carteles. "En principio no se van a hacer más actividades porque la economía no lo permite, somos una organización sin ánimo de lucro y gracias al patrocinio del Consejo Local de Juventud de Zamora hemos podido pagar la cartelería", afirma.

Es la primera vez que Proyecto 2000 pone en marcha una iniciativa sobre esta problemática, pero la reacción general de los jóvenes cuando se les intenta concienciar acerca de temas como este no es muy receptiva. "Al principio se muestran reacios a recibir información porque piensan que beber cuando salen de fiesta es necesario y no creen que se lo pueden pasar bien sin hacerlo", comenta Revidiego.