La recuperación del Puente de Piedra a un estado mucho más cercano al original es uno de los anhelos que las diferentes corporaciones del Ayuntamiento de Zamora se traspasan de unas a otras. La falta de financiación es la principal piedra en el camino con la que todos se encuentran: sin la colaboración del Estado y de la Junta, esta obra se antoja imposible. La administración de Francisco Guarido ya ha anunciado que va a renovar el firme del viaducto, unos trabajos en los que está prevista la sustitución del actual pavimento, de hormigón impreso con acerados travertinos, por losas de granito similares a las del Casco Histórico. Esta intervención, de hecho, constituiría parte de la primera de las cinco fases planteadas en el Plan Director del Puente de Piedra para su recuperación integral. Un trabajo elaborado por los arquitectos Francisco Javier Rodríguez, Francisco Somoza y Luis Alberto Villanueva que se desarrollaría de la siguiente manera.

La primera de las fases alude al dragado del río para recuperar el paso original del caudal, además de consolidar las fundaciones del puente y evitar más roturas en los tajamares, demasiado deteriorados por las avenidas del Duero. Igualmente, está prevista en esta iniciativa la restauración de las fábricas de paramentos y la citada eliminación del pavimento actual para instalar granito de Sayago en losas y adoquines de cuarcita.

Una vez completada esta intervención, la hoja de ruta indica que habría que descubrir el arco número 16. Actualmente se pueden observar 15 arcos a simple vista, aunque existe un ojo más enterrado en su acceso a través de la avenida del Mengue. Esta obra culminaría con la devolución del rasante a sus niveles originales.

En la tercera de las fases, el objetivo final sería el desmontaje de las aceras, la eliminación de las barandillas actuales y la reconstrucción de los antiguos pretiles. Una obra que, a priori, se va a desarrollar durante la próxima intervención anunciada por Francisco Guarido, que contempla el levantamiento de un peto donde actualmente se encuentra la balaustrada.

Quizá la más atractiva de las fases sea la cuarta, en la que se propone la reconstrucción de las bases de las primitivas torres del Puente de Piedra. Se realizaría a través de la construcción de una estructura metálica que dibuje con técnicas modernas, a base de luces y trampantojos, el volumen de las torres. Una idea que el actual equipo de Gobierno ni se llega a plantear hasta que exista financiación para un proyecto ambicioso y general.

La actuación integral prevista en este Plan Director del Puente de Piedra concluiría, en su caso y tras el pertinente debate público sobre la anterior propuesta, con la reconstrucción completa de las torres, devolviendo al viaducto gran parte de sus características originales. Algo que, a día de hoy, aún es una quimera.