La modalidad existente hasta el momento sobre el gravamen a las pernoctaciones implica única y exclusivamente a las comunidades autónomas, que son las encargadas de poder aplicar la denominada tasa turística. De esta manera, regiones como Cataluña o Baleares ya la han introducido en sus instalaciones turísticas con mayor o menor éxito. La propuesta de los sabios del Gobierno plantea que ahora sean los propios ayuntamientos los que tengan la potestad para incluir este impuesto en sus ciudades, aunque siempre en colaboración con las administraciones regionales. Una medida con un coste político bastante barato, puesto que se gravaría al visitante y no al ciudadano, pero que entraría en confrontación con los profesionales de la hostelería, con quienes habría que consensuar el modelo a seguir.

Descartadas las pernoctaciones como mejor solución para aplicar la tasa turística, tanto el Ayuntamiento de Zamora como Azehos creen que la solución sería introducir cierto recargo en los monumentos y museos. Óscar Somoza considera que puede ser una buena alternativa, pero siempre que en los citados enclaves se ofrezca un servicio "con garantías" en materia de conservación y limpieza. "Podría ser algo simbólico y que solo se aplique a los visitantes. No somos contrarios a esta pequeña tasa, que se cobraría a todo el mundo menos a los propios ciudadanos de Zamora", explica. Una opinión que comparte Christoph Strieder. "Tenemos mucho turismo de este tipo y sería interesante ver qué tasas se podrían aplicar en colaboración con los propios hosteleros. Es una buena idea que tenemos que estudiar de cara al futuro", comenta el concejal de Turismo.

"No tiene sentido aplicar este cobro cuando luchamos por salir del pozo"

"El turismo fuerte de Zamora no es el que se queda a dormir, sino el de un solo día"