Médico de profesión, Ángel García Prieto también es un enamorado de Portugal y de los fados, arte que conoce en profundidad. Es uno de los autores del libro "Unos españoles en la corte del rey del fado" que se presenta mañana sábado a las 21.00 horas en la Fundación Rei Afonso Henriques dentro del Festival de Fados.

-Usted encabeza la amplia lista de autores de este libro, pero ¿cómo nace el proyecto?

-Es una alegría por parte de la asociación de Amigos del Fado de Asturias porque colaboran una veintena de autores que aportan desde algún texto a fotografías. Este libro nace porque el colectivo vive una época muy dulce, organizamos muchas actividades, tenemos muchas cosas que contar y a mayores supone una manera más de dar a conocer el colectivo.

-El libro se presenta el sábado antes de la actuación de la fadista Liliana Luz dentro del Festival de Fados.

-En primer lugar yo soy de Zamora y el marco del Festival de Fados de Castilla y León es muy adecuado. Para mí es una satisfacción darlo a conocer en él porque siempre que puedo acudo al festival, ya sea todas las jornadas o a alguno de los conciertos, por lo que de alguna manera me siento bastante participante en el festival. El presentar un libro sobre el fado es una forma más de implicarnos y agradezco a la organización del festival la oportunidad que se nos brinda.

-Usted afirma en el texto que "el fado está vivo, vive y que evoluciona".

-Está muy bulliciosamente vivo. Tiene un estado de salud excepcional. En la historia del fado ha habido dos momentos increíbles que son la época de Amalia Rodrigues, en los años 50 -60 del siglo pasado, que coincide con el salto del fado a las radios y a las primeras televisiones, y la actual. Ahora hay mucho fado en Portugal y fuera. Además, hay excelentes fadistas músicos y cantantes.

-¿A qué obedece esta "segunda edad de oro" del género?

-Quizá se debe a que es una música muy esencialista. Creo que nunca va a pasar de moda. Indudablemente tendrá su evolución y perdurará. La gente sigue viviendo y la gente sigue identificándose con el fado que es más que una música, es un estilo de vida y una transmisión de sentimientos con los cuales un buen porcentaje de los portugueses se sienten representados e identificados. El fado es esencial en el estilo de vida y en el modo de sentirse de los portugueses.

-Habla de la identificación del portugués pero también conecta con otros ciudadanos incluso que desconocen la lengua en la que es cantado.

-En primer lugar el pueblo portugués ha sido muy emigrante. Hay portugueses en muchos lugares del mundo que impulsan sesiones de fados desde Estocolmo a Ámsterdam pasando por Estados Unidos o Japón. El fado ha estado en el extranjero desde su primera irrupción y ahora mucho más porque resultan más fáciles los viajes y las relaciones. En lo que concierne a España creo que ha habido un acercamiento al fado porque hay un mayor acercamiento de los españoles a Portugal entre otros motivos porque viajamos más al país. Siempre se ha dicho que son dos hermanos con las espaldas juntas pero cada uno mirando hacia un lado, pero creo que cada vez menos porque las relaciones comerciales son cada vez mayores y ahora mismo miles de españoles veranean en Portugal.

-¿El fado supone un nexo de unión de las dos culturas?

-Sin duda. Muchos de los españoles que viajan a Lisboa visitan una casa de fados y luego acaban prendados. En la asociación a la que pertenezco mucha gente acude a los conciertos que organizamos porque tras un viaje a Portugal el fado les ha seducido. Se trata de un intercambio cultural y sentimental.

-¿Por qué empatizamos con este arte?

-Porque es un modo de transmitir sentimientos. Los portugueses dicen que es una comunión de personas. Los poetas han hecho los textos, a veces poco comprensibles para los españoles, pero los sentimientos y la escenificación del fado cala. El fado es una canción simplemente bonita e incluso a veces no son ni agradables las letras ni están cantadas por voces magníficas pero que sí están interpretadas por personas que logran conmovernos.

-Como conocedor y aficionado al fado ¿qué nos puede decir de los tres profesionales que participan en la XV edición de festival que tiene lugar hasta mañana sábado en la Fundación Rei Afonso Henriques?

-Son cantantes jóvenes no muy conocidos y bastante buenos. La cantante que ha inaugurado, Carmo Moniz, es muy buena y es nieta de un gran fadista clásico, Mário Moniz. Hoy, el segundo día, participa Francisco Savaçao que es un buen fadista y la mujer que cierra, Liliana Luz, es una cantante joven que probablemente en unos años esté entre los mejores porque canta muy bien y lo hace con mucha clase.

-Y ¿qué nos puede decir de la evolución de festival a lo largo de estos tres lustros de existencia?

-El festival de Zamora ha pasado por dos etapas. Cuando corrían buenos tiempos económicamente hablando y existían subvenciones para las actividades culturales han acudido primeras figuras consagradas, mientras que en una segunda etapa, en tiempos más cercanos, han participado profesionales que tienen unos cachés más bajos y que han tenido una excelente proyección.

-¿Zamora se ha convertido en un trampolín para los fadistas?

-Sí, sin duda esto está pasando. El festival de Zamora tiene ya un nombre dentro de lo mundo del fado. Cuando hablas de él en las casas de fado lo conocen y tienen referencia porque las primeras figuras actuales han pasado a lo largo de estos años por las dependencias de la Fundación Afonso Henriques.