Después de veinte días, Ramón Álvarez ha abandonado este miércoles la huelga de hambre que mantenía para visibilizar su conflicto con Hacienda, una problemática que podría hacerle perder su finca.

El desencadenante de esta decisión ha sido la reunión mantenida por sus familiares y representantes con varios técnicos de Hacienda en Valladolid, un encuentro que ha servido para "abrir un canal de confianza que antes no existía".

A pesar de ello, la subasta sigue en marcha y, si todo va según lo previsto, la finca del agricultor toresano se pondrá a la venta en seis meses por un precio inicial de 200.000 euros.

En todo caso, con lo recaudado en los últimos días, Ramón Álvarez realizará un pago inicial de 2.500 euros e irá abonando pequeñas cantidades hasta la fecha de una subasta en la que confían que nadie asuma el precio de salida fijado.