Un error de cálculo provocó el desplome de parte de la fachada del edificio número 31 de la avenida de la Feria mientras se procedían a las tareas para su derrumbe. La acumulación de escombros en el interior de lo que quedaba de inmueble forzó la fachada exterior, que finalmente terminó por ceder, esparciendo los cascotes por ambos sentidos de la calzada. El azar fue lo único que hizo que hoy no haya que lamentar daños personales, puesto que apenas unos segundos antes de venirse abajo la estructura, vehículos e incluso peatones transitaban a apenas unos metros del lugar del suceso. Las tareas de desescombro, informan desde el Ayuntamiento de Zamora, se prolongarán durante los próximos días.

Eran poco más de las once de la mañana y una nube de polvo cubría por completo la avenida de la Feria. Un error en las tareas de derribo del número 31 provocó que la estructura se viniera abajo. Cascotes de importante tamaño se esparcieron por ambos sentidos de la circulación, llegando incluso a la acera de en frente, donde se sitúa el Vivero de Empresas. Un suceso que obligó a cortar de inmediato el paso de vehículos, puesto que el escombro había invadido por completo la calzada.

El desplome del edificio se saldó, afortunadamente, sin daños personales. Todo un milagro. Tal y como se aprecia en un vídeo que circula por las redes desde la mañana de ayer, apenas unos segundos antes de caer el inmueble continuaban pasando vehículos por la zona. Un peatón, incluso, tuvo que correr para alejarse del peligro. ¿Por qué no se había solicitado un corte preventivo del tráfico? Esa es la gran pregunta. Según afirmaban ayer desde la dirección de obra, este tipo de imprevistos "pueden ocurrir" durante un derribo, por lo que es difícil de entender que peatones pudieran transitar libremente a apenas unos metros de la gran excavadora.

El tráfico, después del suceso, quedó completamente cortado por la existencia de grandes bloques de piedra en la calzada. Los operarios se afanaron en retirar los principales peligros, pero la circulación no se restableció, con precauciones, hasta la llegada de la Policía Municipal apenas diez minutos después del suceso. Junto a ellos, Francisco Guarido y Antidio Fagúndez supervisaron la operación una vez conocieron el desplome del edificio. No obstante, el entorno tuvo que esperar aproximadamente una hora para recuperar la normalidad, el tiempo que tardó en llegar una máquina para retirar definitivamente todos los cascotes de gran tamaño.

Un susto, en definitiva, que pudo haber sido algo más grave por la falta de medidas de seguridad en el entorno de la obra.

La falta de medidas de seguridad indigna a los ciudadanos

Las imágenes del desplome del edificio en la avenida de la Feria dejan entrever una falta de medidas de seguridad sobre la que se ha opinado y mucho. El dispositivo en torno al inmueble incluía el corte del lugar reservado para el estacionamiento de coches situado a las puertas, pero no impedía el tránsito a los peatones y tampoco se había cortado la circulación. Un operativo peligroso, máxime cuando se ha confirmado que los imprevistos en las obras de derribo pueden ocurrir en cualquier momento. Las redes sociales han criticado duramente esta falta de seguridad en el entorno, al igual que los grupos de oposición, que han solicitado explicaciones al Ayuntamiento de Zamora.

El concejal del PP, Javier Ratón, ha advertido una "falta de seguridad y de señalización" que podrían haber desembocado en algo peor. "Las imágenes dejan bien a las claras que se podía haber producido una tragedia, ya que apenas unos segundos de venirse abajo la fachada, los vehículos seguían transitando por la zona", ha denunciado el edil popular. Francisco José Requejo, de Ciudadanos, también ha lamentado lo ocurrido. "¿Así se hace un derribo? ¿Poniendo en peligro personas y dañando vehículos?", se ha preguntado el concejal.