Las infraestructuras son un elemento necesario pero no suficiente para procurar el desarrollo de un territorio. La teoría es archisabida, pero es difícil lograr que esa transformación se produzca, porque en ella intervienen muchos factores que van más allá de la voluntad de instituciones y sector privado. El AVE, es cierto, ha revitalizado el ferrocarril de la provincia de Zamora, con incrementos espectaculares de viajeros, pero, a falta de análisis cualitativos más precisos, no parece que haya hecho subir de forma significativa el turismo provincial. Una apuesta, eso sí, en la que están empeñadas tanto las administraciones como los agentes sociales y el sector privado en la provincia.