Desde el 1 de junio y hasta el mes de septiembre la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León pone en marcha un sistema de vigilancia especial por los efectos de las olas de calor. El verano pasado fueron 27 los zamoranos atendidos por golpes de calor, insolaciones o problemas similares derivados de la exposición a las altas temperaturas. Sanidad ha publicado también una serie de consejos para evitar exposiciones al sol o el ejercicio físicio en las horas de más calor, además de procurar una hidratación adecuada. Los colectivos más expuestos a las olas de calor son los mayores, discapacitados, niños menores de cinco años, enfermos crónicos, personas medicadas o quienes realizan trabajos físicos intensos o deportes al aire libre con temperaturas elevadas. El calor puede provocar calambres, agotamiento o deshidratación.