El "mikve" o baño judío que se presume puede albergar el edificio de la antigua Hostería Real se conserva de forma idéntica al año 90, cuando el palacio fue adquirido a Alfredo Cueto. Al "mikve", adosado a la roca de la gran peña que sostiene el recinto amurallado, se accede a través de peldaños. Almacena agua de lluvia y también de manantial. En época lluviosa, la profundidad puede alcanzar el metro setenta, con lo que sería posible la inmersión del cuerpo entero de una persona.

El establecimiento será abierto al público en breve espacio de tiempo, por tanto, dicho baño podrá ser visitado. Los trabajos de adecuación permiten la recuperación del Palacio para el patrimonio de la ciudad.