La Guardia Civil investiga desde hace más de un mes el posible fraude en productos cárnicos en la provincia, en el que acaba de implicar a tres personas y a dos empresas de la provincia, cuyos nombres no han trascendido por el momento, una actuación del servicio del Seprona más amplia para detectar posibles irregularidades en la venta de este tipo de artículos de alimentación en todo el territorio zamorano.

Las tres personas que presuntamente cometieron los delitos contra la salud pública, fraude a los consumidores y de falsificación documental tendrán que prestar declaración ante el juez o la jueza que se encargue de dirigir las diligencias penales, si bien está todavía por determinar quién se hará cargo del asunto, puesto que las primeras intervenciones se efectuaron desde el Juzgado que estaba de guardia cuando se efectuó el registro de las dependencias en las que guardaban los productos.

Fue, precisamente, durante esa actuación cuando los agentes recogieron las principales pruebas que sustentan la acusación, obtenidas en la inspección de una vivienda que los responsables de las empresas usaban a modo de almacén en un municipio de la provincia. La orden de entrada y registra fue dictada por el Juzgado de Guardia y se está a la espera de que el asunto vaya a reparto, de acuerdo con la información recabada por La Opinión-El Correo de Zamora.

Los agentes del Seprona que realizan las pesquisas, inscritas en la "operación Opson", se incautaron en las dependencias inspeccionadas de carne sin el preceptivo etiquetado que identifica tanto la procedencia como las características del producto y el registro sanitario, entre otros datos, lo que motivó la incautación de los mismos, es decir, la trazabilidad del artículo que se pone a la venta para el consumo, según la información difundida por la Comandancia de Zamora.

Los guardias hallaron también facturas falsificadas, así como etiquetas de otras empresas que usarían para identificar la fabricación y procedencia del producto, lo que supondría otro delito de fraude. Las "posibles irregularidades" cometidas por los tres investigados en el ejercicio de su actividad estarían también la falsificación de facturas y del lugar de fabricación y procedencia del producto, al usar etiquetas de otras firmas, según los datos difundidos por la Guardia Civil.