La compra del Banco Popular por parte del Santander deja muchas dudas en el aire, cuestiones que se irán resolviendo en las próximas semanas y que, entre otras, afectan al mantenimiento o no de las oficinas de la primera entidad y del personal que trabaja en ellas. El Banco Popular tiene, por lo que refiere a Zamora, oficinas en cinco municipios. Cuenta con dos sucursales en la capital zamorana y una en los municipios de Toro, Bermillo de Sayago, Fentesaúco y Tábara.

Se da la circunstancia de que el Santander tiene oficinas en cada uno de los pueblos en los que está implantado el Popular y que, en algunos casos, las sucursales están separadas por apenas unos metros de distancia. Esto también ocurre en la capital. La oficina del Popular en la calle de Santa Clara está justo enfrente de otra del Santander, una situación que hace que no resulte raro pensar en futuros cierres de oficinas para concentrar el negocio.

Cabe recordar, además, que el Santander emprendió hace prácticamente un año un plan de reestructuración que cerró varias oficinas en la región y en el resto del país. En Castilla y León, fueron 11 oficinas cerradas y 23 trabajadores despedidos, la mayoría con acuerdos previos. Todo ello muestra que el panorama no es muy halagüeño.

La situación del Popular se precipitó el martes por la noche después de que el Banco Central Europeo (BCE) constatara que no tenía liquidez. "El deterioro significativo de su liquidez y la situación del banco en los últimos días lleva a la determinación de que la entidad, en un futuro próximo, no será capaz de hacer frente al pago de sus deudas o demás pasivos a su vencimiento", explicaban desde el BCE. "Consecuentemente", el organismo financiero "determina que está en quiebra o próximo a la quiebra e informó debidamente a la Junta de Resolución, que adoptó un esquema de resolución por el que el Popular es vendido a Banco Santander", que lo compró por un euro aunque también asume toda su deuda.