Miles de personas arroparon a la Virgen de la Concha, la patrona de la ciudad, del Ayuntamiento de Zamora y de la Junta pro Semana Santa en su salida romera hasta el cercano pueblo de La Hiniesta. El excelente tiempo propició que ayer más de 10.000 zamoranos recorrieran a pie, en bici, a caballo o bien en coche los algo más de siete kilómetros que separan la capital y del municipio de Tierra del Pan para acompañar a la Virgen de la Concha.

La iglesia de San Antolín acogió a las 08.00 horas la misa de romeros, el primer acto de la jornada, mientras que en el exterior del templo románico se congregaban cientos de zamoranos deseosos de emprender la marcha. A la salida de la imagen, que llevaba el mismo vestido que en el besamanos del fin de semana (un traje rojo de 1998 con bordados de principios del siglo XX), un grupo de devotos lanzó 65.000 aleluyas de diversos colores, "uno por cada habitante de la capital", donde se podían leer alanzaban a Nuestra Señora de San Antolín, como "Señora de Zamora", "Reina de La Lana" o "Madre del Salvador".

El camino comenzaban y el himno de la Concha, tocado por los más de 120 alumnos del Consorcio de Fomento Musical y de otros colectivos de música tradicional, comenzaba a sonar por las calles antes de llegar a primera parada, la efectuada en la iglesia de San Lázaro para que la Virgen de la Concha saludara a su "prima" la Virgen del Yermo, que hoy vivirá su fiesta. La comitiva siguió hacia la Cruz del Rey don Sancho, donde se rezó el responso y tuvo lugar el besapié al Niño Jesús para proseguir hacia el Teso de la Salve.

Y mientras que los zamoranos cubrían los últimos metros hasta llegar a La Hiniesta, las campanas de Santa María La Real comenzaron a repicar al tiempo que la comitiva del pueblo anfitrión, integrada por autoridades locales, los niños de Primera Comunión y los tres quintos, avanzaba hacia la entrada a la localidad.

Media hora antes del mediodía ambas comitivas se encontraban en la entrada de La Hiniesta a la par que decenas y decenas de personas intentaban avanzar por las cunetas con la dificultad añadida de que muchos llevaban a menores en sillas.

Los primeros en saludarse fueron los pendones, bailados con destreza por José Carlos Herrera, en el caso de La Hiniesta, y por Víctor López Gómez, en representación de la Cofradía de la Virgen de la Concha. Posteriormente tuvo lugar el saludo e intercambio de bastones entre el alcalde de La Hiniesta, Eugenio Gregorio Prieto, y el regidor de Zamora, Francisco Guarido, gesto que repitieron los sacerdotes, observados por la amplia representación de autoridades civiles y militares del cortejo capitalino. Posteriormente el coro entonó una canción de bienvenida, los tres niños de primera comunión (Aitana, Rafael y Natalia) dirigieron una palabras a la Virgen de la Concha al igual que los tres quintos que, a caballo, le dedicaron unas palabra a la patrona de la capital y se soltaron unas palomas.

El intercambio de bastones "es un acto protocolario entre dos alcaldes y costumbrista que, por lo tanto, debe mantenerse la tradición como hasta ahora", dijo el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, al tiempo que la presidenta de la Diputación Provincial, Mayte Martín, quien confesó que es hermana de La Concha, señaló que "cada uno le da el sentido y el sentimiento que quiere, para unos es más de tradición, y para otros, más religioso".

Por su parte el presidente de la Concha, Florián Ferrero, expresó que "es de los años que más zamoranos han venido y batimos récord", al superarse con creces este año los 10.000 romeros. Ferrero calificó de "preciosa" la bienvenida dispensada por el pueblo de La Hiniesta y señaló que la 727 romería "no ha contado con novedades. Lo que necesitamos es tener una continuidad y amor a la Virgen, aspectos que tenemos garantizados". "Son 727 romerías ininterrumpidas y somos la cofradía más antigua de España".

Las dos comitivas unidas y miles de personas escoltaron a la Concha en su avance hacia el templo gótico de La Hiniesta. La Virgen dio una vuelta alrededor de la iglesia al son de su canción para luego acceder a ella, donde el obispo de la Diócesis, Gregorio Martínez, presidió la eucaristía. En el exterior, la flauta y el tamboril y la gaita interpretaban piezas de folclore o temas como "Despacito" para deleite de los romeros.

Pasadas las 17.30 horas la Virgen de la Concha abandonó La Hiniesta rumbo a Zamora. Tras la breve parada en la finca de la familia Sánchez- De la Chica y la estación en Valderrey, la patrona prosiguió, un año más debido a las obras del AVE, por el camino de la Lobata hacia el paseo de las Vistillas y Obispo Nieto para enfilar la ermita de los Remedios y concluir en la iglesia de San Antolín, en cuya plaza los músicos se esforzaron en la última interpretación del himno de la Virgen. "1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8...¿¡¡¡Coooncha!!!".