Se trata de un conocimiento que data del siglo III y que todavía tiene vigencia -de hecho, cada vez hay más gente interesada en profundizar en estos aspectos- como vía para sentirme mejor con uno mismo. La medicina tibetana fue la materia que presentó y sobre la que reflexionó ayer la doctora en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid Charo Carrillo en un taller impartido en la sede de la Asociación Ciencia de Paz de la capital zamorana.

"Está basada en la teoría de los cinco elementos, con los que se crean todas las cosas, y nos ofrece un conocimiento para saber cómo funciona el organismo en relación con la energía mental", resume la ponente.

De esta manera, la ira, la ignorancia, la insatisfacción, el orgullo o el miedo están relacionados con el organismo "por lo que existe la opción de ir superándose y liberándose para poder ser más o menos felices", explica la doctora. En definitiva, en nuestra mano está la posibilidad de mejorar y sentirse bien. "Hay métodos a nuestro alcance para practicar la autocuración", destaca Carrillo, quien sigue así las enseñanzas del lama Gangchen Rimpoché, experto en este medicina ancestral que bebe de las raíces de la medicina ayurvédica y china. "La esencia es la unidad del ser humano, en cuerpo, mente y espíritu, porque el estar enfermo puede ir más allá del aspecto físico, también tiene mucho que ver el ánimo", considera Carrillo.

Sobre la capacidad de la autocuración, la ponente considera que no es un proceso complicado de adquirir. "Es sencillo, porque podemos reconocer aspectos que forman parte de nosotros mismos. Por ejemplo, la envidia a veces no nos deja dormir o los nervios nos producen dolor de estómago y todo ello nos repercute en la salud. Son verdades universales, pero falta la información necesaria", señala.

Las alternativas

Como profesional sanitaria, la doctora Carrillo subraya que los tratamientos médicos son necesarios y no excluyentes con este otro tipo de terapias. "La medicina es indispensable cuando hay que operarse, pero luego hay otras situaciones, como el dormir mal o malestar digestivo por problemas económicos o familiares donde la única solución que te dan es una pastilla que a veces ni siquiera funciona. Es en ese momento cuando considerar la situación desde otro punto de vista puede ayudar", invita. La energía se vuelve así esencial y aprender a canalizarla por el organismo y la mente es el principio de este camino.