Uno de los principales indicadores para comprobar cómo está afectando la sequía a la provincia de Zamora es el estado que ahora presenta el caudal del río Duero. Según los datos de la Confederación Hidrográfica el río pasaba ayer por la tarde por la capital zamorana con solo treinta metros cúbicos de agua por segundo, una cifra muy escasa teniendo en cuenta que usualmente por estas fechas el caudal medio roza los cien metros cúbicos de agua por segundo.

El Duero ha presentado durante el mes de mayo, si se analizan los datos históricos con los que cuenta la Confederación Hidrográfica, los registros más flojos desde hace mucho tiempo. El mínimo registrado ha sido de solo 19 metros cúbicos de agua por segundo, lo que equivale al paso de 19.000 litros por la capital zamorana, cinco veces menos de lo que es habitual en el quinto mes del año. Los datos máximos maquillan en parte la situación, pero los 58,7 metros cúbicos de agua por segundo registrados hace unos días no sirven para espantar el fantasma de la sequía.

La Confederación Hidrográfica del Duero ha elaborado un nuevo mapa de los indicadores de sequías teniendo en cuenta los volúmenes almacenados en embalses, desembalsados, caudales circulantes y datos pluviométricos. La CHD ha procedido a elevar de dos -en el informe de abril estaban en situación de alerta las subzonas de Tamega-Manzanas y Carrión-, a cinco en el de mayo al sumar las de Esla-Valderaduey, Pisuerga y Arlanza a las que se encuentran en situación de "emergencia" por sequía. Solo la subzona de Águeda se encuentra en situación de prealerta, pero ninguno de los marcos analizados presenta unos valores cercanos a los habituales.