La céntrica iglesia de San Torcuato fue el lugar elegido por la familia Martínez Maíllo para despedir al patriarca, Zacarías Martínez Toribio, quien falleció el pasado jueves. Su hijo, Fernando Martínez Maíllo, acudió en seguida a la ciudad tras conocer la noticia y ayer por la mañana se vio arropado por representantes de toda la sociedad zamorana, además de familiares y amigos, que quisieron estar a su lado en estos duros momentos.

Debido a su cargo en el Partido Popular nacional, como vicesecretario general de Organización, también se acercaron hasta el templo zamorano destacados líderes del partido, como María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, además de actual ministra de Defensa del gobierno nacional, el vicesecretario de Política Autonómica de la organización, Javier Arenas, el alcalde de Salamanca y presidente regional del PP, Alfonso Fernández Mañueco o la presidenta de las Cortes de Castilla y León, la popular Silvia Clemente, además de la portavoz del gobierno autonómico, Milagros Marcos, o María José Salgueiro, delegada del gobierno regional.

Junto a Martínez Maíllo también estuvo su compañero en Génova, Pablo Casado, diputado en las Cortes Generales por Ávila y vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular. La funeraria Sever fue el lugar donde se desarrolló el velatorio, repleto de coronas y flores de todos los puntos de España.

Zacarías Martínez Toribio, abogado de profesión, inculcó a su hijo la labor de las leyes, también letrado, y llegaron incluso a compartir despacho. El difunto fue, entre otros, abogado de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, y pudo presumir además de ser amigo del poeta zamorano Claudio Rodríguez.

Martínez Toribio deja una viuda -Felisa Maíllo- y dos hijos, Fernando y Zacarías, que es concejal socialista en una localidad madrileña.