La falta de puestos de trabajo y de grandes empresas que puedan emplear a un buen número de personas es, sin duda, la principal consecuencia de la despoblación que sufre la provincia. Es un hecho que los zamoranos que emigran de la provincia lo hacen fundamentalmente por motivos laborales, razón que lleva a que los que marchan a otras provincias sean, principalmente, personas jóvenes.

Durante el año 2016, según los datos que el Servicio Público de Empleo Estatal publica en su boletín de datos básicos de movilidad, Zamora ha perdido trabajadores a una media de 18 personas al día, aunque también es cierto que esto no se traduce directamente en personas que dejan su residencia en Zamora -porque en muchos casos, si se encuentra empleo en provincias limítrofes y máxime si el empleo es temporal, no se suele cambiar el lugar de residencia-.

Los datos, que abarcan hasta el mes de septiembre del año pasado, son tajantes. Más de diez mil personas firmaron contratos con empresas enraizadas fuera de las fronteras de Zamora. El dato se compensa parcialmente con las personas que realizan el trayecto contrario -que encuentran trabajo en Zamora aunque están empadronadas en otras provincias- pero no es suficiente. Entre enero y septiembre el saldo fue muy negativo, de 4.898 personas concretamente, unos datos que no hacen más que agudizar la crisis demográfica que sufre la provincia.

Por sectores, especialmente llamativa es la pérdida que se registra en el sector servicios, de lejos el que más personas emplea en la provincia y en el conjunto del país. El saldo negativo es de más de tres mil personas en los nueve primeros meses del pasado ejercicio. Con todo, la tasa de movilidad no es de las más altas, puesto que ocupan los trabajadores de la construcción -que se ven obligados a cambiar de residencia con frecuencia por las dificultades para emplearse-.