Algunos apenas sabían cuatro palabras cuando llegaron a Zamora, otros se hacían entender mezclando el español con su idioma materno y el resto se defendía pero le faltaba soltura. Todos estos extranjeros, residentes en Zamora, están perfeccionando tanto la comprensión, como la gramática y el vocabulario de la lengua castellana gracias a las clases que se imparten en la Escuela Oficial de Idiomas de Zamora.

La profesora Dolores Veloso atiende cada semana a más de una treintena de estudiantes de diferentes niveles, una de las mayores dificultadas a las que se enfrenta. "Son grupos muy heterogéneos, no solo por su lengua materna, sino porque después tienen ritmos de aprendizaje distintos y necesidades de todo tipo", explica la profesora.

Desde la mayoría de edad hasta superados los sesenta años, los estudiantes de estas clases llevan tiempo viviendo en la ciudad pero vienen de lugares tan diferentes como Ucrania, Francia, Portugal, Gran Bretaña o Rusia. "Últimamente están llegando muchas mujeres árabes que tienen ya niños en edad escolar, que están alfabetizados en español, y no pueden ayudarles con los deberes. Son alumnas con necesidades muy concretas, porque tienen una dificultad importante para leer y escribir, así que casi es una alfabetización", compara. Para los alumnos más avanzados, el aprendizaje se centra más en la gramática. "Hablan bien, pero les falta ese conocimiento, saben cómo se dice pero no el por qué, carecen de esa base para entender ciertas cosas", apunta Veloso.

Sobre las dificultades más habituales a la hora de enfrentarse a la lengua de Cervantes también hay diferencia según los niveles. "En los más básicos, cuando hay orientales o árabes, el problema está en el alfabeto, porque es totalmente diferente y tanto los sonidos como las letras son difíciles para ellos, por lo que hay que ir muy despacio para que se familiaricen con esos nuevos aspectos. A niveles superiores, otras dificultades son el subjuntivo, que les da mucho miedo, así como las preposiciones o los pronombres", enumera. "Yo reconozco el gran esfuerzo que hacen", añade.

La gran ventaja de estudiar español en la Escuela de Idiomas radica en que expide títulos oficiales, de acuerdo con el marco europeo, desde el nivel A1 hasta el C1 "que les servirán de cara a trabajar en España o para presentarse a cualquier empleo público", señala. Además, los profesores que imparten clases también se convierten en una gran baza a tener en cuenta. "Somos especialistas y seguimos un enfoque muy comunicativo, porque un idioma se aprende para luego utilizarlo en todas sus destrezas, tanto hablar, como escribir, leer y comunicarte. Es una enseñanza muy real", defiende Veloso.

Por último, los precios son más que competitivos, puesto que cada curso cuesta alrededor de 162 euros y se ofrecen como mínimo 120 horas de clase y con posibilidad de acceder a una beca, reducción de precio por familia numerosa o por ser antiguo alumno.

Una de las novedades de este año ha sido la oferta de cursos intensivos para alumnos de nivel avanzado, que les ha permitido acceder a dos cursos en la mitad de tiempo. "Se ha puesto en marcha a demanda de ellos, vienen cuatro días a la semana y el resultado es muy satisfactorio, así que no descartamos repetir esta iniciativa para el próximo curso", asegura la profesora.