El Ayuntamiento de Zamora ha reducido en el último año un 85% el denominado "cajón de las facturas", al pasar de los 2,6 millones de euros pendientes al inicio del ejercicio de 2016 a los 398.000 euros con los que se cerró el curso. El Ministerio de Hacienda ha actualizado recientemente los datos de la "cuenta 413", un mecanismo legal que permite a las administraciones públicas alargar los plazos para pagar a sus proveedores. En otras palabras, ese cajón de sastre donde van a parar todos aquellos pagos no incluidos en los presupuestos y que han maquillado las cuentas de los ayuntamientos durante los años más duros de la crisis económica. O, de otra manera, el déficit oculto de los pequeños municipios.

Facturas sin contrato, falta de liquidez, gastos imprevistos o errores en la contabilidad son algunas de las razones que obligan a ayuntamientos como el de Zamora a engrosar la cuenta 413. El Consistorio de la capital ha eliminado, en tan solo un año, más de dos millones de euros del "cajón de las facturas", tal y como corrobora el Ministerio de Hacienda, encargado de supervisar minuciosamente lo que cada entidad local guarda en este "limbo" para evitar distorsiones realmente preocupantes de los presupuestos.

En el año 2013, la propia cartera del ministro Cristóbal Montoro impulsó una estrategia de pago a proveedores a través de la cual no se podría dejar impagada una factura más allá del plazo de un mes. Sin embargo, los pequeños ayuntamientos encontraron en la cuenta 413 a su mejor aliado para retrasar pagos no presupuestados en las cuentas anuales de los municipios.

El Gobierno central continúa recordando a las entidades locales su obligación de controlar el desarrollo de la cuenta 413. No en vano, el propio Ministerio de Hacienda la ha llegado a considerar en el pasado como "un problema crónico de las administraciones públicas, y especialmente de las entidades locales, que podría tener una repercusión directa en la estabilidad presupuestaria". El objetivo, toda vez pasados los años más crudos de la crisis económica, es reducir a mínimos la 413 por el bien tanto de las entidades locales como de los propios proveedores.

En el caso de Zamora, la capital arrancó el año con un déficit de facturas no presupuestadas de 398.000 euros, una cifra que contrasta con los millones de años atrás..