Las recientes ayudas aprobadas por el Ministerio de Fomento para la compra o alquiler de una vivienda por parte de los jóvenes permitirán, a buen seguro, dinamizar un mercado que en Zamora no repunta. Las ayudas, que serán de un montante de hasta 10.800 euros con el límite del 20% del precio de adquisición, van destinadas a los menores de 35 años que vayan a constituir residencia habitual y permanente durante mínimo 5 años y que no sean propietarios de otra vivienda en España (excepto no disponibilidad por separación, divorcio o causas ajenas a su voluntad).

Que los jóvenes zamoranos no compran casas es un hecho innegable, una realidad a la que el Observatorio de la Vivienda pone cifras. Los datos -ya elaborados con las estadísticas de ingresos y precio de la vivienda del año pasado- indican que una persona joven tiene que destinar como término medio el 43,5% de su sueldo al pago de la hipoteca, lo que repercute en un elevado nivel de riesgo. Los estudios concluyen que, como máximo, una persona o núcleo familiar tendría que destinar el 30% de sus ingresos netos mensuales al pago de los préstamos bancarios, algo que deja margen para asumir el resto de los gastos -incluidos los imprevistos- y aún permite un cierto nivel de ahorro. De lo contrario, la persona o personas que paguen la hipoteca destinarán a ello más de lo necesario, lo que elimina la capacidad de ahorro y convierte en un serio problema cualquier gasto imprevisto.

Durante los últimos meses el coste de acceso a la propiedad de una persona joven ha aumentado en casi dos puntos mientras que en el caso de un hogar joven -donde conviven dos personas- ha repuntado prácticamente un diez por ciento. La explicación hay que buscarla en el repunte del precio del suelo vivido durante el año pasado, porque los salarios, lejos de aumentar, se han mantenido en los mismos bajos niveles de los últimos años.