"Que la calle sea escuela y la escuela sea calle". Es el lema que persigue el colectivo de maestros de enseñanza pública "La escuela en danza" a través del décimo segundo encuentro escolar provincial que reunió ayer en el Ramos Carrión a medio millar de alumnos de 21 colegios de la capital y la provincia, sesenta maestros y una treintena de padres y madres. Todos ellos llenaron de color, música y movimiento el escenario y el patio de butacas del teatro de la Diputación.

Cada centro presentó una danza en calidad de muestra -sin carácter competitivo- sin dejar de lado ningún estilo ni época en el tiempo. Arte sobró sobre las tablas del Ramos, tanto que todos los colectivos implicados se comprometieron a continuar con la actividad el próximo año para no poner límites a la creatividad.

Doce ediciones

El reto -conseguido- del encuentro es "que nuestros alumnos y alumnas se relacionen fuera de su entorno escolar para algo tan hermoso como es bailar y danzar en común para que toda la ciudad sea testigo de lo que hemos trabajado durante meses", apuntan desde el colectivo de maestros de la enseñanza pública. El proyecto se retrotrae al año 2005, cuando un grupo de docentes de música decidieron llegar, en primer lugar al aula y, después, a todas las escuelas provinciales posibles. La iniciativa que va más allá de aprender pasos y ritmos: "Se trata de coordinarse con el resto de los danzantes, memorizar y superar las propias dificultades, pero también de sentir el pulso colectivo que nos conduce a la emoción de estar haciendo algo en común, algo hermoso", explican. Así, esperan que, como el solsticio de verano, "el encuentro acontezca cada año de forma imperceptible, pero permanente". Un deseo de maestros y alumnos que también compartieron la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, y el director provincial de Educación, Fernando Prada. Que así sea.