Con motivo del inminente cierre de "Las Tres Tiendas" el próximo 31 de mayo, el próximo viernes 28 de abril el establecimiento inaugurará, a las 20.00 horas, en el propio comercio "una pequeña y modesta muestra sobre la trayectoria comercial de este negocio familiar centenario", titulada "1909 Las Tres Tiendas 2017", en referencia a los 108 años de historia.

Se va así otro de los exponentes del comercio tradicional, que sigue los pasos de muchos otros que ha habido en una ciudad donde todavía resisten un puñado de viejas tiendas que han sabido adaptarse a los tiempos sin perder su sabor de antaño.

"Esta modesta muestra quiere ser principalmente un motivo de agradecimiento tanto a la ciudad como a la provincia por su fidelidad, confianza e incluso por su complicidad como clientes durante estos 108 años de historia", explica Rafael Ángel García Lozano, estudioso de asunto además de miembro de la familia propietaria de "Las Tres Tiendas". "El comercio tradicional de cercanía ha sido y aún sigue siendo de algún modo un elemento vertebral de la configuración social de la ciudad y provincia", explica convencido.

La muestra contendrá algunos objetos históricos propios del negocio de confección, como útiles del textil, maniquíes antiguos, así como otros elementos relacionados con la repercusión de este comercio sobre la ciudad, como elementos publicitarios o referencias con la Hermandad del Santísimo Cristo del Espíritu Santo, "en cuyo origen tuvo gran protagonismo este negocio". También habrá documentación histórica, algunas fotografías, y un texto escrito desinteresadamente para la ocasión por Tomás Sánchez Santiago, autor, entre otras obras, de Calle Feria, donde se ubica el veterano negocio.

Tal y como indica el propio García Lozano en el trabajo sobre el comercio tradicional publicado por el Instituto de Estudios Zamoranos, éste fue "uno de los elementos que contribuyeron de forma singular a fomentar la cohesión social, además de mediar en el intercambio económico de ciertos productos que de otra manera hubiera resultado muy complicado poder conseguir. Por su propia condición los comercios tradicionales se alzaron como auténticas instancias de servicio público, especialmente en lugares alejados de las principales vías de comunicación, acercando una parte del mundo a pueblos y aldeas remotos en los que la tienda era una ventana abierta a los cambios que experimentaba la sociedad del siglo XX".