La Audiencia condena a 7 años y 9 meses de prisión a un hombre y una mujer por tráfico de drogas cometido en Zamora entre 2015 y 2016, además de abonar 70.000 euros de multa (35.000 cada uno de ellos), que en caso de impago implicaría el cumplimiento de 4 meses de cárcel en el caso del varón y cinco meses en el caso de la imputada. El fallo judicial se produce después de que los dos procesados, cuyos nombres responden a las iniciales de E.Z.M. y F.S.J., ambos con antecedentes penales por el mismo delito, llegaran a un acuerdo con la Fiscalía Provincial, que exigía en principio seis años de reclusión para cada uno de ellos y multa de 88.000 euros. La Guardia Civil encontró 191,5 gramos de heroína a E.Z.M. en San Cristóbal de Entreviñas el día de su detención, en febrero de 2016, valorados en 6.496 euros. A F.S.J. se le incautó en un piso de la capital 198,40 gramos de cocaína, valorada en 22.827 euros y huchas con 3.405 euros. Cuando fue detenida llevaba encima 5.999 euros.

La fiscal mantuvo la petición de dos años de prisión y seis meses de prisión para la tercera imputada en esta causa, de iniciales M.C.L.M., y 29.300 euros de multa por estimar que era colaboradora de otra mujer.

Los policías nacionales que vigilaron durante tres meses los movimientos de los procesados sostienen que M.C.L.M. ayudaba a distribuir la droga con su vehículo, que ponía a disposición de la trama, en concreto de la otra detenida para realizar transporte de drogas o llevarla a vender o comprar estupefacientes. La mujer negó en todo momento esta actividad ayer, explicó que ambas eran amigas íntimas y que daba clases a su hija, tras haber trabajado para la familia en dos bodas como fotógrafa, lo que motivaba que los agentes las vieran juntas tan asiduamente.

Esa amistad y confianza explicaba también el que la Policía Nacional hubiera hallado en su vivienda casi 3.980 euros que volvió a negar que procedieran de la venta de la droga y insistió en que se trataba de un dinero de la hija de F.S.J. que se lo había entregado en huchas y le había contado que le había tocado la lotería y no quería tenerlo en la vivienda de Las Llamas porque la puerta estaba siempre abierta y podía desaparecer.

Los guardias civiles y los policías nacionales insistieron en sus tesis de que esta acusada formaba parte del negocio de la venta de droga que ha valido a los otros dos imputados los 7 años y 9 meses de prisión, una afirmación que basaron en indicios y que la abogada de la mujer trató de echar por tierra con sentencias del Tribunal Supremo y de otras audiencias provinciales en las que se dice que el delito de colaboración conlleva "el ánimo o voluntad de ayudar" y demostrar que contribuyera al delito, lo que no está demostrado a su entender con pruebas fehacientes, puesto que en su casa no se le encuentra droga y accede al registro de la vivienda sin orden judicial.