En casi cuatro años consiguió distraer 100.000 euros hasta que su jefe, el dueño del supermercado en el que trabajaba como cajera en Morales del Vino, terminó por percatarse del engaño, lo que motivó su despido en agosto de 2011 y la denuncia.

La empleada, que había comenzado a trabajar en octubre de 2007 en la superficie comercial de la localidad zamorana, reconoció el martes haberse llevado el dinero al dispensar productos que no facturaba, lo que le ha valido la condena a un año de prisión por un delito de apropiación indebida -por el que no ingresará en la cárcel- y el abono de una multa de siete meses con una cuota diaria de seis euros, es decir, 1.260 euros.

El propietario del supermercado, al que ya le había devuelto una parte de la deuda, percibirá en compensación por la cantidad que le resta por recuperar el pago de 20.000 euros y la dación en pago de una plaza de garaje.

Esos son los términos del acuerdo al que llegaron el Ministerio Fiscal, los representantes legales del empresario y de la mujer, que se mostró arrepentida por su comportamiento y accedió a reparar el daño causado con el reintegro del dinero del que se benefició durante los años en los que fue detrayéndolo de la caja registradora en la que ella desarrolló su trabajo durante cuatro años.

Uno de los puntos clave del acuerdo se refiere a la entrega de los 20.000 euros en el plazo de un mes, garantizado con el embargo de sus propiedades, que no se levantará hasta que no complete el reintegro de esa cuantía.

El acuerdo ha permitido rebajar la pena de prisión que exigía la Fiscalía en su escrito de acusación en un año, así como la multa que hubiera ascendido a 7.200 euros y que se ha quedado en la tercera parte en lo que al tiempo se refiere (7 meses en lugar de 24), mientras que la cantidad pasa de 10 euros diarios a seis.

Mucho más dura era la pena que pedía la acusación particular, representada por el titular de la empresa titular del negocio, que solicitaba cuatro y seis meses de prisión, además de una multa de 3.600 euros (12 meses a una cuota diaria de 10 euros). La cuantía que reclamaba el propietario del supermercado ubicado en Morales del Vino ascendía a 95 euros, puesto que la extrabajadora ya había pagado una cantidad antes de que se fijara el juicio que estaba previsto celebrar en la Audiencia Provincial esta semana.

La negociación entre la defensa, la acusación particular y la Fiscalía se produjo minutos antes de iniciarse el juicio que la Audiencia Provincial había fijado para este martes, con lo que la sentencia se dictará en esos términos.