Iberdrola confía en que las averías detectadas en el transformador situado en la calle San Torcuato, en una arqueta situada justo en la puerta del colegio Medalla Milagrosa, haya quedado definitivamente solucionada, después de que aún ayer, los operarios se vieran obligados a cortar la luz de forma programada, dentro de las necesidades técnicas para restablecer el servicio una vez reparada la avería.

Fue el lunes cuando se produjo la primera avería, poco antes de las dos de la tarde, que afectaba a más de 200 abonados de la zona alta de San Torcuato y calles adyacentes, incluida la plaza del Maestro. Un corte de electricidad que resultó sumamente llamativo, debido a la gran cantidad de establecimientos comerciales que hay en la zona, muchas de cuyas alarmas saltaron al detectar la falta de corriente.

Algunos de estos dispositivos, además, no se pueden desactivar precisamente cuando falta la luz, con lo cual el soniquete se dejó sentir de lo lindo en la zona.

Los operarios arreglaron la avería, pero por la tarde se volvió a producir otra en el mismo punto. En realidad se trató de una sucesión de averías que de nuevo provocaron cortes de luz en los establecimientos de la zona, lo que impedía trabajar a sus propietarios. Por ejemplo, la Administración de Lotería no puede despachar billetes sin luz y cada vez que se va el suministro tarda casi una hora en volver a cargarse el sistema informático; las instalaciones del Colegio Universitario, como por ejemplo las del Centro de Idiomas, también se ven afectados en las clases o el establecimiento de tatuajes tampoco puede trabajar sin luz. Bares, librerías, estancos y todo tipo de negocios se vieron imposibilitados a poder trabajar.

Los cortes se volvieron a reproducir durante la jornada del martes, esta vez de menor duración pero también con cierta frecuencia durante la jornada, lo que motivó que varios de los afectados se acercaran incluso a hablar con los operarios para quejarse de la situación. Aunque se mostraron comprensivos con los técnicos, que al fin y al cabo estaban intentando solucionar el problema, más gordo de lo que se creía inicialmente, tampoco ocultaron su malestar por las molestias que los continuos cortes producían en sus negocios y las pérdidas económicas que supusieron, además del hecho de no poder atender a los clientes.

Aún en la jornada de ayer estaban previstos un par de cortes de energía eléctrica, esta vez de corta duración y que se procuraron hacer en horas que afectaran lo menos posible a los negocios.

Ha sido, en fin, una auténtica odisea la de los vecinos de la zona, que esperan, como la propia empresa Iberdrola, que la avería no vuelva a dar problemas.