Martínez Maíllo fue el encargado de dar la cara en nombre del Partido Popular ante la decisión judicial de llamar a declarar como testigo a Mariano Rajoy por uno de los procesos del caso Gürtel y tenía bien claro lo que tenía que decir, además del consabido "respetamos las decisiones judiciales, aunque no las compartamos, como en este caso": hay una politización del asunto el presidente no tiene nada que ver con los hechos e incluso fue él quien primero "echó del partido" a algunos de los que hoy se sientan en el banquillo de los acusados.

Contestó Maíllo a la pregunta sobre el llamamiento judicial de Rajoy en una sede popular de Víctor Gallego repleta de cámaras incluso de medios nacionales. El número 3 de Génova tiró de manual para expresar "nuestro profundo respeto por las decisiones judiciales incluso cuando no estamos de acuerdo. El PP va a tener una actitud de colaboración, como siempre ha tenido con la justicia".

Y a continuación comenzó con el argumentario, primero para mostrar su extrañeza con el hecho de que a la cuarta haya sido la vencida. "Ha habido tres ocasiones con anterioridad en las que se ha formulado esta misma petición. La primera en fase de instrucción, donde le juez Ruz rechazó la petición y en otras dos ocasiones en febrero y octubre del año 2016, donde la Audiencia Nacional decidió que ni era pertinente ni útil la comparecencia como testigo de Mariano Rajoy. En esta tercera ocasión no sabemos que ha sucedido ni que hechos han motivado el cambio en relación con esta petición, no lo conocemos, lo valoraremos cuando conozcamos las razones que han motivado el cambio de opinión de la sala, por lo menos en una parte de la sala, porque no fue unánime sino mayoritaria". Y mostró su extrañeza por el inusual pronunciamiento en contra de lo que proponía el Ministerio fiscal. "Lo que si quiero decir es que se ha producido de una manera bastante excepcional, en contra del criterio del Ministerio Fiscal y la Abogacía del Estado, esto no es lo normal; se produce pero no es lo más habitual". Aprovechó también la ocasión para pedir un debate sobre los límites de la acción popular judicial, utilizada como ariete político. "Esta petición (que testifique Rajoy) se la producido por parte de Adade, que es una asociación supuestamente imparcial y que ejerce la acción popular. Hemos de traer a colación el debate en torno a la acción popular y los límites en el ejercicio de acción popular, sobre todo cuando hay asociaciones o grupos vinculados con partidos políticos, como esta asociación que todo el mundo sabe que están vinculados con el Partido Socialista. No se busca la justicia ni saber la verdad sino que se busca instrumentalizar la justicia para obtener algunos fines políticos espuréos y no reconocidos. Es un debate que tiene que tener la sociedad, el ejercicio de la acción popular y sus límites cuando se ejercen desde el ámbito político o cuasi político o vinculado con un partido político y con una intencionalidad extraordinariamente clara que es la de hacer daño político y no de hacer justicia. Es decir, se está instrumentalizando a la justicia con la finalidad de hacer daño y además induciendo a error al propio tribunal en cuanto a que algunas de las alegaciones que han realizado no son correctas en la medida que en la fecha de la que estamos hablando Mariano Rajoy no tenía ninguna de las responsabilidad que dicen que tenía".

Y es que, según Maíllo "creo recordar que estamos hablando de los años 99 a 2005, la participación del Partido Popular en los hechos se ciñe a una responsabilidad civil a título lucrativo en relación con la financiación de dos campañas electorales, dos, Majadahonda y Pozuelo, de ocho mil municipios. Y, sinceramente, que quieren que les diga, sobre lo que se debate en este procedimiento poco o nada puede aportar el señor Rajoy".

La testifical, apuntó el coordinador nacional popular "no tiene ningún tipo de recorrido ni aporta nada al proceso porque la supuestas responsabilidades orgánicas que le atribuye esa acción popular no son tales ni son ciertas. Y fue precisamente Mariano Rajoy el que echó del partido a algunos de los que ahora están sentados en el banquillo de los acusados".

Eso sí, dijo Maíllo, "siempre vamos a respetar las decisiones judiciales aunque no las compartamos, vamos a colaborar, vamos a discrepar con absoluta normalidad y queremos poner sobre la mesa el debate sobre la acción popular y sus límites".