La fuente de La Marina no deja de dar problemas. Las filtraciones se producen en la zona desde hace años y nadie da con la solución definitiva. Es la historia interminable de un ornamento que se ha encontrado con problemas prácticamente desde su instalación. Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? Para dar solución a los problemas de aparcamiento en la capital, Zamora apostó en los años 90 por su primer gran parking subterráneo en el otrora emblemático parque de La Marina. Una operación que significó acabar de un plumazo con otras fuentes que sí funcionaban.

Los que recuerdan cómo era La Marina antes de los bloques de granito hacen siempre referencia a las fuentes que llenaban de color y sonido el entorno. Unos elementos ahora desaparecidos pero que fueron lugar de juegos para aquellas generaciones nacidas antes de los años 80 y libres de smartphones.

Las obras del aparcamiento subterráneo hicieron desaparecer fuentes, árboles, tierra y todo lo que había en el entorno. Una operación renovadora que convirtió al emblemático parque de La Marina en el espacio que ahora conocemos y que también sirve de zona de recreo para las generaciones posteriores a los 90. La nostalgia, sin embargo, siempre permanecerá en la mente de aquellos que vieron y vivieron La Marina "pre-parking".