Las alarmas de la parte alta de San Torcuato y calles adyacentes, incluida la plaza del Maestro comenzaron a sonar, todas a la vez. No era un atraco masivo, sino un corte de luz que hizo saltar los chivatos sin que muchos de los establecimientos afectados pudieran hacer nada para acallarlos hasta que no se volvió a restablecer el suministro eléctrico.

La avería estaba en un transformador de la calle de San Torcuato, justo frente al colegio de la Medalla Milagrosa. Los operarios de Iberdrola se desplazaron hasta el lugar y consiguieron arreglar el problema, que afectaba a 200 abonados. O al menos eso creían.

Y es que posteriormente, por la tarde, volvían a fallar otros elementos de la misma instalación, problemas que tardaron unas horas en lograr resolverse. En este caso se trató de una avería más limitada, ya que solo afectó a 27 abonados, según fuentes de la compañía Iberdrola, entre otros la cercana iglesia de San Torcuato.

Los establecimientos afectados estuvieron durante un tiempo sin prácticamente poder funcionar ante la ausencia de suministro eléctrico, y además tenían que soportar los alaridos de las alarmas, aparatos muy sensibles a los cortes de luz. Se da la circunstancia de que la zona donde se produjo el corte es una de las arterias comerciales y hosteleras de Zamora, por lo que fueron numerosos los establecimientos afectados, y de ahí la abundancia de alarmas que saltaron como consecuencia del corte del suministro de la electricidad.

Los operarios, desde luego, tuvieron que emplearse a fondo para solucionar la avería y restablecer el suministro antes de la cayera la noche, lo que haría que la falta de luz pasar a ser un problema aún mayor sobre todo en los hogares.