La más que previsible organización de un botellón durante esta madrugada en el entorno de San Martín ha obligado al Ayuntamiento de Zamora a tomar una serie de medidas preventivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y del mobiliario urbano. El parque de San Martín, zona de ocio y recreo infantil, permanecerá vallado durante toda la noche para evitar su deterioro y también al objeto de garantizar el servicio del puesto de Cruz Roja instalado en el lugar. En la zona baja, donde suelen concentrarse los jóvenes, también se han instalado una serie de urinarios y baños portátiles para que los asistentes eviten ensuciar propiedades privadas. Además, los servicios de limpieza trabajarán sin tregua en este entorno y en la zona de la Playa Mayor para que Zamora luzca impecable durante este Viernes Santo que se aproxima.

Operarios municipales se afanaban ayer en vallar el perímetro del parque de San Martín -por encima del aparcamiento subterráneo- a modo de blindaje para el más que probable botellón de esta noche. Que el Ayuntamiento de Zamora actúe con prudencia en este asunto no quiere decir que le sea ajeno y por ello existe una previsión al objeto de minimizar los impactos negativos que esta celebración pueda acarrear a la ciudad, como algún tipo de destrozos en esta zona infantil.

Los jardines de San Martín, donde se concentrarán los miles de jóvenes a lo largo de esta noche -el año pasado se alcanzó la cifra de 6.500 personas- también estarán preparados. En la parte baja del entorno se han colocado una serie de urinarios y baños portátiles con un doble objetivo: por una parte, proporcionar a los asistentes dotaciones para que no tengan que ensuciar propiedades privadas con sus orines; por la otra, evitar que los jóvenes crucen la carretera y provoquen riesgos en el desarrollo del tráfico.

El puesto de emergencia que Cruz Roja ha instalado en el parque de San Martín también está advertido y permanecerá alerta para posibles intervenciones. El pasado año, durante el botellón, los servicios sanitarios atendieron un total de once personas, ninguna menor de edad, con cinco patologías relacionadas con el consumo de alcohol y el resto por diversas heridas y traumatismos leves.

Los servicios de limpieza son la última de las patas necesarias para que la madrugada del Viernes Santo se desarrolle sin incidencias que provoquen el entorpecimiento de las diferentes procesiones. Por eso, los trabajadores se emplearán a fondo para retirar la suciedad cuanto antes no solo en la zona de San Martín una vez finalice el botellón, sino también en las calles adyacentes a la Plaza Mayor. Cabe recordar que el gran volumen de personas que registra la capital zamorana durante estos días hace que se multipliquen los grupos que deciden beber en la calle en diferentes zonas. Así, la limpieza municipal actuará en los entornos de Los Herreros, Balborraz, plaza de Claudio Moyano y la propia Plaza Mayor, además de los servicios especiales que se realizan inmediatamente después de los desfiles procesionales para purgar la zona de la suciedad que inevitablemente deja su rastro.