Anunciaba en Internet un negocio redondo para obtener dinero al momento, "como si fuera un crédito", compraba móviles a plazos y los vendía, así conseguía liquidez, explicó en el juicio que le sentó en el banquillo por un delito de estafa por la identidad de otras personas sin su permiso, delito por el que la Fiscalía le exige un año y seis meses de prisión. Además, tendrá que pagar 1.350 euros a las dos personas que captó para que participaran en su plan, que le acusan de usar sus datos personales sin su autorización para contratar las líneas con las compañías de telefonía en entre los años 2013 y 2014. "Era como un préstamo", llegó a decir el abogado del imputado, para solicitar la absolución, puesto que los dos denunciantes sabían cuál era sistema, "les explicó el mecanismo para conseguir dinero en el acto e ir pagando poco a poco".

El acusado, vecino de Toro, negó haber simulado ningún contrato laboral con uno de los denunciantes, a nombre del que habría abierto una cuenta en una entidad de ahorro, por la que el procesado aparecía como autorizado, quien manifestó haber descubierto las tretas de quien le captó por Internet, donde obtuvo los datos personales, cuando "la caja me reclamó unas cantidades de deudas de dos compañías de teléfonos", en concreto 1.288,43 euros. El acusado declaró que "yo no les engañé, contrataba la cuenta y les daba el terminal del teléfono".

A la mujer, otra de las denunciantes, le ofreció, según su testimonio, "dar de alta líneas de telefonía y después vender los teléfonos" al contado, "se quedó con mi identidad y mis datos", concretó la mujer, que dijo no haber devuelto las tarjetas de los móviles "porque él quedó de hacerlo".